Piden diez años de cárcel para los ocho acusados del secuestro del empresario

La Fiscalía defenderá ante la Audiencia Provincial de A Coruña, en un juicio que durará desde este martes al viernes, que los implicados tenían un "plan preconcebido dirigido a obtener 70.000€ de la familia"

La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña acoge este martes el juicio contra ocho acusados para los que piden diez años de prisión por el presunto secuestro de un empresario gallego del sector de la madera.

Entre este martes y el viernes se celebrará el proceso contra ocho personas que tenían un "plan preconcebido dirigido a obtener la cantidad de 70.000 euros de la familia" de la persona retenida, según afirma la Fiscalía en sus calificaciones previas.

Los ocho procesados fueron detenidos y permanecen desde entonces en prisión provisional en espera del juicio. La Fiscalía pide diez años de prisión para cada uno por considerarlos autores o cooperadores de un delito de secuestro con los "agravantes de abuso de superioridad y de aprovechamiento de las circunstancias de lugar que debilitan la defensa del ofendido".

Por el delito de tenencia ilícita de armas la Fiscalía solicita además tres años más de cárcel para uno de ellos y por la falta de lesiones pide doce días de localización para cinco, mientras que a todos los insta a abonar 75.000 euros "por daños físicos y morales".

CRONOLOGÍA DE LOS HECHOS. Según la Fiscalía, juntos "idearon privar de libertad a uno de los hermanos y así exigir dinero a cambio de su liberación" y, aunque inicialmente el elegido era José Luis, el 18 de enero de 2014 engañaron, supuestamente, a Abel. Le hicieron creer "que tenían un monte de madera que podían venderle", lo citaron en Montesalgueiro, para después conducirlo hasta Aranga, todo en el entorno del municipio coruñés de Betanzos.

Allí el empresario vio que era "seguido por otro coche", siempre según la Fiscalía, pero cuando paró una persona sacó un revólver, otra exhibió una pistola y entre cinco lo metieron en el maletero de uno de los vehículos.

En el camino hacia una "casa abandonada y en ruinas en el municipio lucense de Palas de Rei", el presunto secuestrado "logró zafarse de las bridas" que lo ataban, pero amenazaron con matarlo y lo sujetaron más fuerte.

La Fiscalía cree que la víctima sintió auténtico pánico cuando escuchó un "tiro accidental" de uno de los supuestos secuestradores y cuando escuchó la siguiente frase: "Tratadlo bien, pero si se pone tonto, cuatro tiros".

Al día siguiente, el domingo 19 de enero, los autores del secuestro cambiaron su ubicación al municipio de Lalín, en Pontevedra, y pidieron 70.000 euros a la mujer del empresario. Este escribió una carta a su familia el martes 21 de enero en la que contaba que vivía en condiciones extremas y el viernes 24 fue liberado.

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