Ciudad de Dios El sueño Rafa Cabeleira INFORMAN diferentes medios de que el alcalde de Badalona, el socialista Don Álex Pastor, fue detenido la noche del pasado martes por saltarse el…
Ciudad de Dios Deporte y un puzzle Rafa Cabeleira LA ÚLTIMA VEZ que intenté practicar algo parecido al deporte —antes del confinamiento, claro— rompí una lámpara que no era mía. "¿Por qué?¡", se…
Ciudad de Dios Sordos Rafa Cabeleira Me percaté de que mi abuela no oía dem a s i a d o bien un día que, sin querer, pulsé el botón de mute en el mando a distancia de su televisor y no…
Ciudad de Dios Furor en el supermercado Rafa Cabeleira Fuera, en la cola que se ha formado para entrar en el supermercado, espera un señor mayor con un bastón ortopédico, la barba a medio afeitar y un…
Ciudad de Dios Perspectiva Rafa Cabeleira Algún día nos preguntarán cómo empezó todo y tendremos que mentir. Improvisaremos sobre la marcha, como es costumbre en esta generación nuestra de…
Ciudad de Dios Propiedad privada Rafa Cabeleira El pasado fin de semana vi algo realmente reseñable o, cuando menos, curioso. Estaba con los amigos de siempre, tomando el vermut en el bar del…
Ciudad de Dios Sueños Rafa Cabeleira SIMÓN TIENE once años y dice que, de mayor, quiere ser cirujano plástico. Es el único hijo de unos amigos que llevan lo que casi todo el mundo…
Ciudad de Dios Anécdotas y pandemias Rafa Cabeleira CUENTAN LAS MALAS lenguas que era un día caluroso en las Rías Baixas, tanto que a Don Manuel Fraga se lo llevaban los demonios por no tener a mano…
Ciudad de Dios Morir de impuntualidad Rafa Cabeleira TARDE, tarde, tarde... La vida es un constante llegar tarde a todo menos al final de la misma, seguramente porque Doña Osamenta es la única…
Ciudad de Dios Feixóo Rafa Cabeleira CUANDO uno se dedica a un oficio como este —o similares— siente la obligación moral de ser muy cuidadoso con las cosas que escribe. No se trata…
Ciudad de Dios Puro Cota Rafa Cabeleira YO CONOCÍ a Rodrigo Cota como se conocen hoy en día los divorciados con ganas de reorganizar —un tanto a la desesperada, todo hay que decirlo— su…
Ciudad de Dios Desmayos Rafa Cabeleira NADA DEFINE tanto ni tan bien a mi familia como el extraño dominio del siempre difícil arte del desmayo, muy por encima de las piernas bien hechas o…
Ciudad de Dios Qué bien se vive... Rafa Cabeleira Eso de vivir bien o mal siempre ha sido un concepto bastante difuso en algunas latitudes
Ciudad de Dios Fotos Rafa Cabeleira POCAS FOTOS me han impresionado tanto en lo que va de siglo como la de Pablo Iglesias asistiendo a su primer Consejo de Ministros. Seguro que la…
Ciudad de Dios Montar un bar Rafa Cabeleira ESPAÑA ES UN país con cuarenta y tantos millones de entrenadores frustrados y unos cuantos más que siempre han querido montar un bar. Entrenadores…
Ciudad de Dios Nada en concreto Rafa Cabeleira VOLVIMOS a vernos en un restaurante del centro, a mediados de la semana pasada. Habían pasado unos veinticinco años desde la última vez y me costó…
Ciudad de Dios Laurent Simons Rafa Cabeleira LA SEMANA PASADA me encontré con una de esas noticias que, como poco, invitan a cerrar los ojos y contar hasta diez porque la única alternativa —al…
Ciudad de Dios Temporales Rafa Cabeleira LUNES Por fortuna, nuestras leyes no ven en una niña de quince años nada más que a una niña de quince años. Por desgracia, sigue habiendo…
Ciudad de Dios El extranjero no es para mí Rafa Cabeleira De mi reciente viaje a Manchester me traje una valiosa lección para el futuro: nunca bajes la guardia; la vida es un peso pesado que te sacará los…
Ciudad de Dios Ganar el Camba Rafa Cabeleira ME ALEGRÉ mucho al enterarme de que a nuestro Manuel de Lorenzo no le habían dado el Julio Camba. Así se lo hice saber en cuanto tuvimos la…
Ciudad de Dios Morir de repente Rafa Cabeleira EN LOS PUEBLOS, antiguamente, se podía morir uno de tres formas distintas: de accidente, de repente y de lo suyo. Hoy, con la globalización, los…
Ciudad de Dios Último chiste Rafa Cabeleira CRECIÓ VIENDO a su abuela postrada en una cama, como un mueble antiguo que daba cierta personalidad a la casa. Las mujeres del pueblo venían a…
Ciudad de Dios Lucha, lucha, lucha Rafa Cabeleira Ser joven no es tanto una cuestión de edad como de orgullo, supongo. Al menos es lo que me digo cada mañana cuando salto de la báscula y me pongo a…
Ciudad de Dios El cuadro Rafa Cabeleira Un día apareció un desconocido por el bar con un retrato al óleo de mi padre bajo el brazo. Lo colocó sobre la barra, pidió un vino y se puso a…
Ciudad de Dios Viva España, carajo Rafa Cabeleira CUANDO hace unos años se empezó a manejar el concepto "nueva política", pocos imaginamos el alcance real de esas dos palabras. Hoy ya podemos…
Ciudad de Dios Don Manuel Rafa Cabeleira DON MANUEL ERA EL director del colegio y también el profesor de educación física, una duplicidad poco habitual que resolvía aquel buen hombre con…
Ciudad de Dios La vida sencilla Rafa Cabeleira Seguía preparándose el café en un cazo, como toda la vida. Su yerno les había regalado una cafetera modernísima, de esas que funcionan con cápsulas…
Ciudad de Dios Que la fuerza te acompañe, idiota Rafa Cabeleira ENTRAMOS EN AQUEL BAR sin grandes expectativas, como cada jueves desde hace más de veinte años. Es un lugar oscuro, húmedo, de vasos desgastados y…
Ciudad de Dios Cartas Rafa Cabeleira Del comienzo de la vida adulta se nos avisa por correo ordinario, por eso tardamos algunos tanto tiempo en enterarnos. No digo esto como una crítica…
Ciudad de Dios Amor II Rafa Cabeleira YO CAMINABA distraído con el teléfono en la mano, esa actitud que tanto aborrezco en los demás habitantes del planeta. En mi defensa diré que…