AUNQUE SIEMPRE se comenta que todas las campañas electorales se parecen entre sí, la que se inicia esta medianoche va a ser algo diferente. La pandemia y los rebrotes, que de momento no han conseguido alterar la llamada nueva normalidad, van a tener incidencia sobre una cita en la que Alberto Núñez Feijóo parte como gran favorito en las encuestas en parte por lo que se ha percibido como una buena gestión de la crisis. Tanto Gonzalo Caballero como Ana Pontón mejorarían los resultados de PSdeG y BNG, aunque sin sumar lo suficiente para ser alternativa de Gobierno, ni siquiera con el apoyo de Galicia en Común, donde Tone Gómez Reino hereda un rupturismo en caída libre. Pero, como se suele decir en estos casos, el único sondeo que vale es el del día 12. Así que, entre los indecisos y la incógnita que supone cómo responderá el electorado en unas circunstancias tan especiales como las que vivimos, hay partido.
Casado también se juega algo
Si Feijóo gana e Iturgaiz —la apuesta de Génova en Euskadi— fracasa estrepitosamente, los ojos de muchos barones del PP volverán a posarse sobre el líder gallego. Y será inevitable reabrir el debate de su futuro, por mucho que él lo ligue solo a Galicia.
