La mitad de trabajadores gallegos de baja son repetidores y un 17% de procesos rebasa el año
Una "crisis silenciosa" y un "reto económico de primer orden". Así definen el repunte de las ausencias al trabajo por baja observado en los últimos años en España los autores de un nuevo estudio sobre la materia, elaborado por la mutua Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie). Alertan de que el absentismo por incapacidad temporal cuesta a la economía española unos 81.500 millones de euros al año, lo que supone el 5,4% del PIB nacional y en torno a la mitad más que en 2018, antes de la pandemia.
El estudio pone el foco sobre todo en dos aspectos: el aumento de las personas que suman más de una baja al año y el incremento de los procesos de larga duración. De media en España, cerca del 53% de los ocupados con una baja activa en 2023 –año en el que finaliza el análisis– fueron repetidores, estos es, acumularon más de un proceso en 12 meses. Esa ratio aumentó un 55% desde 2018.
En el caso de Galicia, también en torno a la mitad de ocupados con incapacidad temporal son repetidores. Su peso aumentó con fuerza en todas las comunidades en un lustro.
Los autores del informe vinculan la acumulación de bajas en breve espacio de tiempo con diversos factores: fallos en el proceso de curación, ya sea por carencias en tratamientos o rehabilitación o por dejadez del paciente; diagnósticos incorrectos o incompletos en un inicio; problemas de clima laboral o un "comportamiento oportunista" del trabajador.
Procesos de más de un año
En cuanto a los procesos de larga duración –aquellos que superan los 365 días–, el estudio pone de relieve que se duplicaron entre 2018 y 2023 en España dentro del régimen general de afiliados a la Seguridad Social y pasaron a suponer el 16,4% del total.
En Galicia su peso era superior, del 17%, tras encabezar el repunte entre todas las comunidades. Solo Cataluña y Extremadura presentaban ratios más elevadas. Además, Galicia es la segunda comunidad tras Canarias con mayor prevalencia de las bajas largas, con 12 por cada 1.000 trabajadores protegidos. En 2018 eran apenas cinco, de modo que la ratio se disparó más de un 160%.
Algias y salud mental
La radiografía constata que el incremento de las bajas se concentra en enfermedades que no están relacionadas con el empleo y en accidentes que no son laborales. En este punto, apunta que las patologías "más difíciles de objetivar", como las algias y la salud mental generan más de la mitad del absentismo por incapacidad temporal y su peso sigue en aumento.
Las jornadas perdidas por ambos tipos de dolencias han crecido mucho más que en el caso de los procesos cardiovasculares, oncológicos y de traumatología. Suponen, además, el 56% de todas las bajas de larga duración y se encuentran entre las patologías con mayor repetición.
A la cabeza de Europa
Con este telón de fondo, el equipo que trabajó en el estudio señala que el "reciente e intenso" repunte de la incapacidad temporal "solo puede ser explicado en una parte reducida por el efecto global de los cambios en las características de los trabajadores y los empleos".
Concluyen que se necesitan con urgencia "medidas estructurales" para frenar un fenómeno en el que España se sitúa "a la cabeza de Europa", con un porcentaje de jornadas perdidas sobre las pactadas del 5,6% de media. En Galicia es más alto y rebasa el 7%, lo que la sitúa en el podio nacional.