Siete días obligados a 'actuar' ante la culpable

Siguiendo las declaraciones realizadas este lunes por los abogados de la familia, las palabras de la propia Patricia en los micrófonos de la Cope y los comentarios del entorno del padre hechos públicos por Telecinco y Antena 3, se puede concluir que los padres de Gabriel han vivido una doble pesadilla desde que su hijo desapareciese el pasado 27 de febrero

Ángel Cruz y Ana Pilar, el pasado día nueve. CARLOS BARBA
photo_camera Ángel Cruz y Ana Pilar, el pasado día nueve. CARLOS BARBA

Los primeros días, Patricia y Ángel tuvieron que enfrentarse a la dramática desaparición del pequeño y, por si no fuese suficientemente duro el trance, desde el fin de semana del 3 y el 4 de marzo se han visto obligados a actuar y convivir con normalidad ante la persona que ya creían autora del rapto de su hijo.

Nada podían hacer, salvo apelar a ella de forma indirecta en cada declaración, con la esperanza de que se "ablandara", tal y como revelaba este lunes la madre de Gabriel. 

Nada podían hacer, salvo apelar a ella de forma indirecta en cada declaración, con la esperanza de que se "ablandara"

Durante los primeros días en los que las sospechas ya se posaban sobre Ana Julia, los padres tenían la esperanza de que el muchacho estuviese tan sólo retenido, por lo que un paso el falso que pudiera generar miedo en Ana Julia o sus hipotéticos cómplices podría ser muy negativo para la integridad del pequeño.

En conclusión, estaban condenados a simular normalidad ante ella para que la Guardia Civil lograse desestabilizarla y forzar el error que cometía este mismo domingo, cuando quiso trasladar el cuerpo del niño tras comentarle la Benemérita que la finca sería registrada esta semana.

Llevó al padre de Gabriel a la zona donde paseaba a los perros de su expareja. Allí dijo haber encontrado la camiseta

Es, como decimos, el fin de semañana del 3 y 4 de marzo cuando Patricia y Ángel empiezan a ser completamente conscientes de que la responsable de la desparición de Gabriel se encuentra en su núcleo más cercano.

En una jornada en la que Ana Julia se lleva a Ángel de paseo para que desconecte -él mismo reconocía que no salieron en busca del muchacho-, es cuando la acusada de una forma muy sospechosa dice encontrar la camiseta del pequeño. Encuentra la prenda seca, a pesar de que por su situación debía de haber aparecido, como poco, húmeda. Además, la encuentra en la zona en la que ella misma solía llevar a los perros de su expareja a pasear, por lo que conocía muy bien el lugar, al que nunca había acudido antes con Ángel.

Es a raíz del encuentro de la camiseta cuando el padre de Gabriel habría explicitado a los agentes que tenía sospechas de Ana Julia que iban más allá del hallazgo. Por ello, les comenta que le sorprendió que la arrestada le hubiese comentado en varias ocasiones que los 10.000 euros de recompensa que ofrecían por datos del pequeño no eran suficientes. Ella sugirió elevarlo a 30.000 euros.

Los encargados de la investigación acumulaban ya muchos más indicios que señalaban a Ana Gabriel, como las contradicciones en sus declaraciones, que entregó su ordenador tras borrarle varios archivos y que no fue capaz de entregar nunca el móvil que llevaba el día 27. Sostenía que lo perdió.

Estaban condenados a simular normalidad ante ella para que la Guardia Civil lograse desestabilizarla y forzar el error que cometía este mismo domingo

De este modo, Patricia y Ángel aguantaron durante una semana el tipo ante la presunta asesina de su hijo por el bien de la investigación y contando con el apoyo de la Guardia Civil. Los padres esperaban que se quebrase y acabase confesando. "Tenía la esperanza de ablandarla y de que se viniera abajo. De que en algún momento lo soltara. Por eso, apelábamos a su conciencia en nuestras comparecencias", confesaba Patricia.

Pero no fue así. El caso se ha resuelto porque la detenida caía en una trampa de la Guardia Civil. Lejos de arrepentirse y confesar, todo apunta a que Ana Julia fue arrestada cuando iba a trasladar el cuerpo para evitar que fuese encontrado y continuar interpretando un siniestro papel como entregada novia de Ángel, que está completamente desolado.