El exconvicto y adicto que sobrevivió a un accidente huyendo de la policía
Bernardo Montoya, el vecino de El Campillo (Huelva) detenido este martes por su presunta implicación en la muerte de la joven zamorana Laura Luelmo, salvó la vida tras sufrir un grave accidente de tráfico cuando huía de la policía en 1990, tras ser sorprendido realizando tráfico de drogas.
Fuentes policiales han informado a Efe de que estos hechos se remontan al 10 de diciembre de 1990, cuando Montoya fue sorprendido por una patrulla de la Policía Local en Minas de Riotinto, localidad situada a unos 5 kilómetros de El Campillo, y cuando procedían a interrogarlo arrancó el coche y huyó en dirección a El Campillo.
En ese momento se inició una persecución a toda velocidad que terminó cuando, ya en El Campillo, el coche que conducía volcó y dio una vuelta de campana tras chocar contras las primeras viviendas del casco urbano.
Según ha relatado el policía que intervino en ese suceso, su coche fue registrado en ese momento, y hallaron varias dosis de heroína listas para su venta.
Montoya se recuperó de sus heridas y no fue condenado por estos hechos a una pena de prisión, y su primera condena grave no llegó hasta cinco años después, ya que el 13 de diciembre de 1995 asesinó a Cecilia Fernández Díaz, una vecina de Cortegana (Huelva) a la que asestó varias puñaladas porque iba a declarar contra él en un juicio.
Los dos policías que atendieron el caso de 1990 han destacado que casi 30 años después este delincuente no sólo no se ha rehabilitado sino que ha cometido, presuntamente, un nuevo crimen, tras iniciar su historial delictivo con trapicheo de drogas, entre otras cosas.
ADICTO A LA COCAÍNA Y LA HEROÍNA. Bernardo tiene 50 años (nació en 1968) y su familia es originaria de Badajoz. De los nueve hermanos del clan de los Montoya destaca el historial de agresiones contra mujeres de Luciano, gemelo de Bernardo, y que fue descartado como sospechoso de la muerte de Laura Luelmo al estar en la prisión de Ocaña (Toledo) el 12 de diciembre, el día que desapareció la maestra natural de Zamora.
El principal sospechoso de la muerte de Laura Luelmo ingresó en prisión por la muerte de una anciana de 82 años. Los hechos ocurrieron el 13 de diciembre de 1995, cuando Bernardo sufría una grave adicción a la heroína y a la cocaína desde hacía varios años, motivo por el que la Audiencia Provincial de Huelva aplicó en el delito de asesinato una atenuante analógica.
La sentencia, consultada por Europa Press, explica que Bernardo fue condenado a 17 años de cárcel por asesinar a esta anciana y también le impuso la prohibición de volver al municipio de Cortegana durante un periodo de cinco años por un delito de asesinato, obstrucción a la justicia y allanamiento de morada.
Asimismo, la Audiencia le condenó a indemnizar al hijo de la víctima con 72.000 euros en concepto de responsabilidad civil "por los perjuicios causados y derivados del fallecimiento de su madre".
QUISO IMPEDIR QUE LA ANCIANA TESTIFICARA. La Audiencia consideró probado que los hechos tuvieron lugar sobre las 23.30 horas del día 13 de diciembre de 1995, cuando Bernardo Montoya, provisto de un machete "y con la finalidad de acabar con la vida" de la víctima, penetró en el domicilio de ésta "para impedir que pudiera declarar en su contra" en un juicio que se iba a celebrar contra el condenado por delitos de allanamiento de morada y lesiones causadas a la fallecida.
De este modo, el encausado entró en la vivienda de la víctima "a través del hueco de una de las ventanas de la casa, cuyo cristal abrió de un empujón", y, una vez en el dormitorio, "se agazapó detrás de la puerta de la habitación". "De forma sorpresiva e inopinada, y sin mediar palabra, acometió" a la mujer con el machete que portaba al entrar la víctima en dicha habitación.
Bernardo le asestó a la anciana una puñalada en la región dorsal, cayendo la mujer al suelo, tras lo que el condenado "se abalanzó sobre ella y le propinó otras seis puñaladas en el cuello", que le causaron la muerte. Esta sentencia se consideró ya cumplida en el año 2013.
El clan de los Montoya se ha visto involucrado en diferentes altercados. En abril de 2008, una joven de 27 años fue atacada por un hombre cuando paseaba con su perro por un parque de El Campillo, a unos 30 kilómetros de Cortegana. La joven consiguió que no se consumara la agresión, en parte gracias a su perro de la raza pastor alemán, que recibió una puñalada de 15 centímetros.
QUEBRANTAMIENTOS Y VUELVE A DELINQUIR. Fuentes penitenciarias consultadas por Europa Press confirman que en 2010 el Juzgado de lo Penal 3 de Huelva condenó a Bernardo Montoya por estos hechos a la pena de un año y seis meses. El interno quebrantó otro permiso cumpliendo la condena por el asesinato de la anciana de Cortegana. Fue entre diciembre de 2009 y octubre de 2010, fecha en la que volvió voluntariamente a la prisión. Por este quebrantamiento, en su historial penitenciario consta una condena de 180 días que se ejecutó en 2013.
Bernando Montoya abandonó la prisión definitivamente en una primera ocasión en marzo de 2015. Transcurrieron tres meses hasta que, en junio de ese año, volvió a cometer en otros dos robos con violencia contra mujeres. El Juzgado de lo Penal 3 de Huelva volvió a condenarlo, en esta ocasión a dos años y diez meses, quedando en libertad en octubre de 2018. Dos meses después, el 18 de diciembre, fue detenido de nuevo por la Guardia Civil por ser el principal sospechoso de la muerte de Laura Luelmo.