Las rebajas fiscales de la Xunta reducirán la recaudación en 793 millones en 2026
Los beneficios fiscales que la Xunta despliega en el Proxecto de Lei de Orzamentos (OXG) para 2026 tendrán un coste de 793,22 millones de euros, 42 millones más con respecto a las medidas tributarias incluidas en las cuentas de 2025 y 363 millones más que en 2019. El conselleiro de Facenda, Miguel Corgos, que hizo repaso de los cinco nuevos incentivos fiscales que entrarán en vigor el próximo año destacó el "carácter social" del 88% de las medidas.
Según revelan los OXG, Facenda cuenta con dejar de ingresar 326,85 millones en el impuesto de sucesiones y donaciones (ISD). El mayor impacto (282 millones), lo tendrá la reducción que ya se aplica en las herencias entre familiares del grupo II (hijos, nietos, bisnietos, tataranietos de 21 o más años, cónyuges, padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos).
En cuanto a la reducción de la tarifa de donaciones que Facenda incluyó para impulsar los cuidados de mayores en casa mediante la firma de contratos de vitalicio, por la cual los cuidadores pasarán a tributar como si fuesen un pariente de primer grado, lo que en algunos casos permitirá reducir hasta en un 50% la factura fiscal, el impacto se calcula en unos 100.000 euros.
La Xunta prevé dejar de ingresar otros 300,34 millones en tasas y precios públicos.
Unos 80 millones menos en el ITP
En cuanto al impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP) y actos jurídicos documentados, la estimación fija en 79,5 millones lo que se dejará de recaudar. Entre las nuevas medidas que se activarán en enero figura que, para facilitar la compra de una primera vivienda, el ITP se reducirá del 8 al 3% a familias monoparentales, e incluso al 0% si el inmueble está en una zona poco poblada. Además, se elevará de 200.000 a 240.000 euros el tope del patrimonio para beneficiarse de estos tipos reducidos, que ya se aplican a colectivos prioritarios como los menores de 36 años, familias numerosas y víctimas de violencia de género.
En el IRPF, los incentivos fiscales se traducirán en una pérdida de ingresos por valor de 46,94 millones, en tanto que en patrimonio, la Xunta prevé dejar de ingresar 36,5 millones, a los que se suman 3,09 millones de los tributos sobre el juego.
