Esta es la inserción laboral de los universitarios gallegos: cobran 1.692 euros de media

La Acsug sondeó el pasado verano la situación de los titulados en 2018 y concluyó que el 90,6% estaba trabajando. Siete de cada diez se quedaron en Galicia y apenas un 8% optó por emprender
Presentación del estudio de la Acsug.EP
Presentación del estudio de la Acsug.EP

Seis años después de completar los estudios de grado en alguna de las tres universidades gallegas en el curso 2017/2018, el 90,6% de los graduados estaban trabajando y, de media, percibían un salario neto de 1.691,85 euros. 

Es parte de la radiografía que traza la Axencia para a Calidade do Sistema Universitario de Galicia (Acsug) en el que es ya su décimo cuarto estudio sobre la inserción laboral de los titulados, un informe que servirá de base a las tres instituciones académicas para “axustar mellor a oferta ás demandas sociais”, en palabras del rector de la Uvigo, Manuel Reigosa, que este jueves intervino en representación de sus homólogos de la USC y la UDC en el Gaiás en la presentación del documento, a la que también asistió el conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades e FP, Román Rodríguez. 

En esta edición, al igual que en la anterior, se analiza la ocupación transcurridos seis años tras la obtención del título de grado. En las oleadas anteriores, el margen fue inferior. Esto explica en gran medida la brecha existente entre el nivel de inserción que arroja este estudio (90,6%) y la ocupación del 61,9% de los titulados en el curso 2007/2008, que se midió en 2010, esto es, pasados dos años tras la obtención del título, por aquel entonces, de diplomado o licenciado. El director de la Acsug, Eduardo López, que se encargó de desgranar las principales conclusiones, señaló que se optó por ampliar el margen temporal a la vista de que son muchos los que optan por completar su formación con un máster o un doctorado.  

A falta de que la Acsug publique los datos desglosados por titulaciones y campus, el último informe indica que el 91,8% de los titulados que que estaba trabajando el verano pasado –en esta edición, las encuestas telefónicas se realizaron entre julio y agosto de 2024-- lo hacían como asalariados, en tanto que solo un 8,2% había optado por el autoempleo. La querencia por el emprendimiento cae a su nivel más bajo tras tocar máximos (14%) entre los que salieron de la universidad en 2012, en plena crisis.

En cuanto a la estabilidad, el 65,5% de los contratados por cuenta ajena tenían un empleo fijo, frente a un 23,9% de temporales.

¿Cuánto cobran los titulados de las universidades gallegas?

En términos retributivos, la Acsug señala que un 66,2% supera los 1.500 euros netos mensuales y, entrando más en detalle, un 30,7% ingresa 2.000 o más. En el polo opuesto, un 7,57% se las tiene que arreglar con unos ingresos de, como mucho, 1.000 euros al mes. El salario medio expresado en términos deflactados se sitúa en 1.691,85 euros netos, un 29,6% por encima del nivel de los titulados en 2008. En este caso, también hay que tener en cuenta que esos datos se midieron en 2010. 

Con una muestra de 3.356 estudiantes y antiguos alumnos –equivalente al 44% de los 7.643 egresados--, el documento indica que, de media, los titulados en 2008 tardaron 6,56 meses en encontrar su primer empleo, aunque llama la atención que un cuarto de los  tuvo que esperar un año o más hasta conseguir un contrato. 

Para un 18,8%, internet fue la vía que dio resultado, en tanto que un 18,2% se colocó tirando de contactos, familiares o amistades y un 15,4% presentó su candidatura de forma “espontánea” a algún puesto. Las fundaciones creadas por las tres universidades en colaboración con las empresas fueron una vía de acceso al mercado para un 10,69%. 

La Acsug también toma el pulso del subempleo, pues revela que el 16,3% de los titulados que trabajan “non desenvolven funcións de nivel universitario”. Entre el 83,7% que sí lo hace, un 71,3% despliega labores específicas de su titulación. 

¿Qué competencias requieren las empresas?

Las cinco más “valoradas” por los graduados que están en el mercado laboral tiene poco que ver con las notas del expediente académico: se trata de la capacidad de comunicación oral y escrita –a la que otorgan un 4,59 sobre 5--, la destreza para resolver problemas, el aprendizaje, el trabajo independiente y la planificación, coordinación y organización. 

En cuanto a los idiomas más empleados en el tajo, el castellano va en cabeza –con un grado de utilización de 4,56 sobre 5--, por delante del gallego (3,26), el inglés (2,57), el portugués (1,28) y el francés (1,21). 

El peso de los que trabajan en Galicia se reduce 

Seis años después de titularse, el 74% trabajaba en Galicia. Un 34,7% tenía un puesto en la provincia de A Coruña; otro 24,2%, en Pontevedra; en tanto que un 8,4% desempeñaba su labor en Lugo y un 6,7%, en Ourense

Otro 21,6% de los ocupados estaba repartido por el resto de España, en tanto que un 4,3% había emigrado a otros países
En el caso de los titulados en 2008, el peso de los que desarrollaban su carrera profesional en Galicia era superior, del 85,9%, en tanto que un 13,7% trabajaba en otra comunidad y un 0,5%, en el extranjero. 

Un 24% prepara oposiciones

Por otra parte, la panorámica indica que un 23,8% de los graduados en 2018 preparaba oposiciones el verano pasado, en tanto que un 22,4% continuaba formándose, lo que supone un incremento de siete puntos con respecto al anterior informe, que midió la inserción de los titulados en 2015.

La radiografía refleja, por otra parte, que el 55,4% de los egresados entrevistados tenía otra carrera acabada a mayores del título por el que fue encuestado. A la cabeza (89%) están los másteres.

Otro dato de interés es que un 40,6% afirmó no haber compatibilizado los estudios con un empleo mientras cursó su primera carrera. Una gran mayoría (87,2%) está satisfecho con la universidad, pues afirma que volvería a cursar un grado si tuviera que volver a empezar. Un 89% incluso volvería a apostar por la misma carrera en la misma universidad.  

En la presentación, el director de la Acsug destacó que, de las once agencias autonómicas encargadas de medir la calidad del sistema universitario, ninguna ha realizado estudios de este tipo, con la excepción de la catalana, que ha acometido siete. Incidió en que estos datos servirán de base a las tres universidades y a la Xunta para “tomar medidas importantes” en el proceso de continua “renovación do sistema universitario”, explorando ajustes en el número de plazas o incluso la creación de nuevos títulos. En paralelo, explicó que el documento también servirá de guía al mundo de la empresa a la hora de saber “onde buscar” profesionales y cuántos se titulan cada año.

Las universidades también buscan personal 

Por su parte, el rector de la Uvigo advirtió que las universidades necesitan “renovar o cadro de persoal docente e investigador”. “Precisamos xente que se meta nesa carreira”, señaló Reigosa, que apuntó que los datos que proporciona el estudio permiten “programar o futuro mellor”. Todo ello, dijo, partiendo de la base de que las universidades deben servir para formar profesionales “con conciencia crítica” y que desarrollen carreras laborales “potentes” para así “xerar máis valor no territorio”. Frente a las “críticas”, el vigués destacó que “a Galicia séntalle moi ben este sistema coordinado de tres universidades e sete campus”, al tiempo que señaló como uno de los logros el desarrollo conjunto del grado en inteligencia artificial (IA).

De su lado, el conselleiro señaló que Galicia precisa “unha universidade forte, coordinada” y que se ajuste “ás necesidades da sociedade”. “Se queremos que Galicia progrese, precisamos bos médicos, profesores, matemáticos, enxeñeiros... Se non, o avance da sociedade será imposible”, advirtió Román Rodríguez, que incidió en que la “misión” de las universidades es triple: la docencia, la investigación y la transferencia de conocimiento al mundo de la empresa.