Adiós a 2025, el año en el que el TC activó la eclosión de las mociones de censura en Galicia
Con las luces largas apuntando a mayo de 2027 cuando —salvo sorpresa a nivel estatal— tocará ir a votar, 2025 ha sido un año movido en el tablero municipal, con el PP como principal beneficiario y con la sentencia que el Tribunal Constitucional (TC) dictó en junio como catalizador al levantar las barreras a las mociones de censura impulsadas con el apoyo de tránsfugas.
La primera censura que sacudió la política local gallega fue la que vivió O Irixo en agosto de 2023. En octubre de 2024 cuajó la segunda, en Muxía. Ya en 2025, en los meses previos al fallo del TC cambiaron de alcalde O Irixo, por segunda vez en el mandato, Outes y Viveiro. Pero la verdadera eclosión de estos movimientos se produjo una vez conocido el criterio del alto tribunal, que declaró inconstitucional la parte del artículo 197 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) que obligaba a modificar la mayoría absoluta de integrantes del consistorio que se requerían para poder impulsar una moción en caso de que los promotores se apoyasen en un edil que hubiese abandonado el grupo municipal del alcalde.
En la práctica, este precepto imposibilitaba recurrir a esta fórmula de control político, de manera que el TC lo tumbó por desproporcionado.
El TC alzó las barreras y el PP es el más beneficiado
Tras la emisión de esta resolución, Galicia fue escenario de ocho mociones, con pactos de lo más variopinto. El mejor parado ha sido el PP, que desde las municipales de 2023 se ha hecho con ocho nuevas plazas, tomando el control, en la provincia de A Coruña, en Outes, Fisterra, Noia, Carral, Touro y Ribeira, al igual que en el concello lucense de Viveiro y en el pontevedrés de Forcarei. La lucha trasciende el ámbito municipal, pues en el punto de mira de los populares está conquistar las diputaciones de A Coruña y Lugo en mayo de 2027, como muy tarde, pues tras la baja en el PSOE de José Tomé el futuro del ente provincial lucense puede dar un vuelco ya este enero.
De su lado, los socialistas arrebataron al PP las alcaldías de Noia —apoyándose en el BNG, la Marea Cidadá y en un no adscrito, ex del Partido Popular— y de Viana do Bolo —con el respaldo del Bloque— . En cambio, en O Irixo, la socialista Rosa María Dalama se convirtió en enero en la tercera alcaldesa del mandato que arrancó en junio de 2023, contando con el aval de los ediles del PP, lo que le valió la expulsión del PSOE junto a otro compañero de siglas que la respaldó.
Fruto de estas maniobras políticas, en dos años y medio los socialistas han perdido cuatro gobiernos locales, en tanto que el PP ha cedido dos, los mismos que Alternativa dos Veciños —que se tuvo que apear en Fisterra y Carral—. En la capital de O Barbanza, Ribeira, el Bloque tuvo que dar paso a los populares, y los independientes del Movemento Veciñal de Touro pasaron a la oposición en el municipio coruñés.
En total, unos 89.400 gallegos han cambiado de regidor en el actual mandato en virtud de una moción de censura. En el horizonte de 2026, falta ver lo que sucede en Barbadás, donde el BNG abrió la puerta a impulsar la salida del alcalde, Xosé Carlos Valcárcel, cuya suspensión de militancia anunció el PSdeG como consecuencia de la denuncia por presunto acoso laboral presentada por una compañera de partido por el canal interno.
Cambios sobrevenidos por dimisiones
Más allá de las censuras, los vecinos de al menos otros 15 concellos han cambiado de regidor por otros factores como una dimisión para ocupar un puesto en las listas de los partidos a las autonómicas, caso de la lucense Lara Méndez, o bien para hacerse cargo de una consellería, como María José González, que dejó el bastón de mando en Guntín para pilotar Medio Rural, o José López Campos, que fue alcalde de A Estrada hasta que en abril de 2024 tomó las riendas de Cultura. Otros se fueron por motivos personales, como Teresa Villaverde, en Lousame.
Al igual que en Lugo —con el fallecimiento de Alvarellos— y O Irixo, Cambre es uno de los concellos que llevan tres alcaldes en este mandato al sumarse a la renuncia de Óscar García en marzo de 2024, debido a una situación de bloqueo administrativo y del pago de facturas, la de su sucesora (también de Unión por Cambre), María Pan, que dio un paso atrás el pasado abril, culpando a PP, PSOE y BNG de ponerle "paus nas rodas". campaña
Los partidos prenden la maquinaria hacia las municipales
Con este tablero, los principales partidos trazan sus estrategias. El PPdeG prevé llegar a mayo de 2026 con los candidatos a las siete grandes ciudades y a los 16 concellos con más de 20.000 habitantes elegidos.
Antes del 25 de julio es el plazo que se marca el BNG para tener a sus cabezas de cartel para las grandes urbes. Sin fechas, el pasado noviembre Besteiro instaba a sus compañeros de filas a "avanzar" en la procura de los mejores perfiles.