La Xunta detecta niveles de hierro en el agua no aptos para el consumo en Vigo, Moaña, Redondela y O Porriño

La Xunta ha detectado puntos de las redes de abastecimiento de Vigo, Moaña, Redondela y O Porriño con niveles de hierro superiores a las 600 partes por billón (ppb), un índice a partir del cual el agua se considera no apta para el consumo humano.

La jefa territorial de la Consellería de Sanidad, Ángeles Feijóo, ha detallado en rueda de prensa que se trata de muestras tomadas el sábado en Sanjurjo Badía (634 ppb) y Valladares (1.003 ppb), en Vigo; y en las redes de distribución de Berducedo, en Moaña, de San Esteban, en Redondela, y de O Porriño.

Ángeles Feijóo ha hecho hincapié en que existen discrepancias con las mediciones efectuadas, al día siguiente, en esos mismos puntos por técnicos de las concesionarias del agua de los respectivos municipios. Por esta razón, este lunes tanto técnicos de Sanidad como los de las concesionarias volvieron a tomar muestras en las mismas zonas y con la misma metodología para ver si persisten esas discrepancias, que se podrían deber a las lluvias caídas durante el temporal Ana, ha concedido la jefa territorial de Sanidad.

La jefa del servicio de control de riesgos medioambientales, Natalia Botana, ha indicado que las copiosas lluvias de las últimas horas podrían haber alterado los parámetros de la calidad del agua para bien o para mal.

Ángeles Feijóo ha recalcado que en la mayoría de las muestras los parámetros son inferiores a las 600 ppb, incluida la tomada en la zona de Canido, que la semana pasada dio un valor por encima del límite, al igual que en Soutomaior, pero en todo caso se trata de valores cercanos a ese umbral de agua no apta.

De confirmar las nuevas muestras niveles de hierro por encima del máximo establecido, se declararía no apta para el consumo humano el agua de la traída, lo que correspondería en todo caso a los diferentes ayuntamientos afectados.

Natalia Botana ha explicado que de persistir esta situación en el tiempo se podría adoptar una medida más drástica, como la restricción del consumo, aunque tanto ella como Ángeles Feijóo han confiado en que la situación se vaya normalizando.