Ebro, la mítica marca española que renace tras décadas de silencio
La legendaria marca automovilística Ebro vuelve a las carreteras españolas tras casi tres décadas de ausencia. Este histórico fabricante nacional, que marcó una época en la industria del automóvil española durante la segunda mitad del siglo XX, ha resurgido gracias a un acuerdo estratégico entre EV Motors y el gigante chino Chery. La alianza ha permitido retomar la producción en la emblemática planta de Zona Franca de Barcelona, ahora rebautizada como Ebro Factory, donde se fabricarán diversos modelos como el s800 o el s700, en sus diferentes versiones.
El anuncio del regreso de Ebro se produjo inicialmente en el Salón del Automóvil de Barcelona de 2023, con la presentación del Ebro Pick-Up. Sin embargo, el proyecto ha dado un paso definitivo en 2024 tras meses de negociaciones entre EV Motors, matriz de Ebro, y el grupo automovilístico Chery. Esta colaboración público-privada ha cristalizado en dos joint-ventures: Ebro SUV, controlada mayoritariamente por EV Motors y encargada de la comercialización de vehículos SUV bajo la marca Ebro en España y Andorra; y una segunda alianza enfocada en la producción de modelos de ambas marcas en la planta barcelonesa.
Pedro Calef, presidente de Ebro SUV, ha destacado la importancia de este proyecto: "El proyecto de Ebro ha estado marcado desde su origen por un propósito claro: recuperar y transformar la industria automovilística en nuestro país. Gracias a la colaboración público-privada y a nuestro socio y líder en automoción Chery, estamos dando vida a una nueva generación de vehículos que combina legado histórico e innovación. El lanzamiento del Ebro s800 marca el inicio de una nueva etapa: la realidad de un compromiso por la reindustrialización, la innovación, el empleo y la transición a una movilidad sostenible. La marca Ebro ya late de nuevo en el corazón industrial de nuestro país y con el modelo s800 regresa a sus carreteras marcando el ritmo de un futuro ilusionante".
La historia de Ebro: un emblema de la industria automovilística española
La trayectoria de Ebro comenzó en 1954, cuando Motor Ibérica, S.A., empresa nacionalizada que anteriormente había sido Ford Motor Ibérica, creó esta marca con sedes en Barcelona, Madrid y Ávila. En aquel contexto de posguerra y autarquía franquista, fabricar automóviles en España era toda una hazaña debido a las restricciones en importaciones, el racionamiento de combustible y la escasez de materias primas y componentes.
Los primeros vehículos Ebro fueron camiones basados en el modelo Ford Thames Trader, y la marca se convirtió rápidamente en un referente en la fabricación de autobuses, camiones, furgonetas, todoterrenos y tractores. La situación era tan complicada que Motor Ibérica llegó a comprar una mina de hierro para obtener divisas con las que importar maquinaria esencial para su fábrica.
A mediados de los años 60, Ebro rompió definitivamente sus lazos con Ford e inauguró sus instalaciones en la Zona Franca de Barcelona en 1967. Durante ese período, la empresa expandió su influencia mediante la adquisición de varios fabricantes nacionales:
• Fadisa (Fabricación de Automóviles Diesel, S.A.), que montaba furgonetas Romeo-Fadisa con licencia de Alfa Romeo.
• Avia, Perkins, constructor del motor diésel más popular en la España de la época.
• Aisa, fabricante de los camiones Avia que también comercializó algunas de las últimas furgonetas Siata.
• Braud et Facheux, fabricante de carretillas elevadoras y vehículos Jeep bajo la marca Viasa-Ebro.
Con la entrada de Massey-Ferguson en el capital de la compañía a mediados de los 60, los tractores pasaron a comercializarse bajo esa marca, abandonando el emblema Ebro. No obstante, la producción de tractores experimentó un crecimiento espectacular, pasando de apenas 500 unidades en 1955 a unos 8.000 en 1964.
El ocaso y la nueva era: de Nissan a la reindustrialización
La crisis del petróleo de los años 70 golpeó duramente a la industria automovilística mundial. En ese contexto, Nissan Motor Company adquirió en 1979 el 36% del capital de Motor Ibérica que estaba en manos de Massey-Ferguson. Dos años después, en 1981, la compañía japonesa ya controlaba el 55% de la empresa e introdujo la fabricación del todoterreno Nissan Patrol y la furgoneta ligera Nissan Vanette, modelos que llegaron a comercializarse en mercados exteriores con la marca Ebro.
El cambio definitivo llegó en 1987, cuando la razón social pasó a denominarse Nissan Motor Ibérica, S.A., y la marca Ebro desapareció del panorama automovilístico español. Durante casi tres décadas, este emblemático nombre permaneció dormido hasta su sorprendente anuncio de regreso en 2023.
El reinicio de la producción en la planta de Zona Franca supone no solo la recuperación de una marca histórica, sino también la generación de empleo a medida que aumente la actividad. El objetivo es reincorporar a los trabajadores incluidos en los compromisos adquiridos en la mesa de reindustrialización tras el cierre de las anteriores instalaciones.
¿Qué modelos fabricará Ebro en su nueva etapa?
El regreso de Ebro al mercado automovilístico español viene marcado por el lanzamiento del modelo s800 en sus diferentes versiones. La alianza con Chery permitirá a la marca beneficiarse de la tecnología y experiencia del gigante chino, al tiempo que mantiene su identidad española y su enfoque en la sostenibilidad.
El Ebro s800 representa el primer paso de esta nueva etapa, aunque la empresa ya había adelantado su intención de volver con el Ebro Pick-Up presentado en el Salón del Automóvil de Barcelona de 2023. Se espera que la gama se amplíe progresivamente, incluyendo vehículos eléctricos y otras opciones más sostenibles, en línea con la tendencia actual del sector y las políticas europeas de descarbonización.
