Una historia personal de idas y venidas entre Galicia y Cataluña hizo posible la recuperación en Froxán de la antigua casa grande que desde hace 4 años es "A Casa da Aira" y el segundo hogar provisional de cientos de familias ya que sus propietarios, Toño y Susana, se encargan de que se sientan como en casa todos los que pasan por ella.
Susana pasó varios veranos de visita en O Caurel donde conoció a Toño y con él regresó a Cataluña para trabajar pero, tras unos años de vida laboral estresante, ella como administrativa y él como jefe de cocina, se decidieron a dar un cambio, se tomaron un año de vacaciones, regresaron al Caurel, compraron la casa grande de Froxán y aunaron tradiciones de ambos extremos del norte de España.
Según explicó Toño a GG, las 2000 personas que les visitan cada año para pasar fines de semana o quincenas, valoran su oferta gastronómica que incluye productos del Caurel y otros procedentes de Cataluña como embutidos, pato y la "pintada", ave tradicional en las cenas navideñas del este ibérico.
Los productos autóctonos gallegos que ofrece Toño son además cultivados y criados por su familia como todo lo relativo a la huerta y frutales, cordero, además de carne de cerdo celta criado en libertad durante dos años hasta que llega a los 270 kilogramos antes de la matanza.
También tiene platos de pescado pero sólo bacalao desalado y truchas de los ríos del Caurel.
"Tenemos platos de cerdo ibérico con castañas y otros que ofrecemos elaborados como chorizos y jamones de 30 ó 40 kilogramos con los que aún estamos experimentando pues los primeros, de la matanza de hace dos años, aún están sin curar y les quedan otros tres años", agregó.
La oferta gastronómica varía durante el año, igual que las excusas para visitar esta aldea de Froxán ya que además de las rutas por el pueblo y varios kilómetros en su entorno, hay celebraciones que hacen que la población habitual de 50 vecinos se multiplique varias veces.
En fechas concretas como la "fiesta de la pintura" del día 10 de julio organizada por la asociación "Fonte do Milagro", llegan al pueblo unos 60 pintores de toda España que luego venden sus cuadros en el mismo lugar.
A mediados de agosto, el mismo colectivo impulsa la participación en una ruta nocturna que este año corresponderá al antiguo camino de la feria entre Froxán y Quiroga.
Otras fiestas se revitalizaron hace unos años para recuperar viejos oficios de la zona, tal como explicó el presidente de la asociación "Fonte do Milagro" Evaristo Méndez, como el de los carpinteros y sus sierras para madera o el de pisar las castañas, que se rememora cada año en el puente de la Constitución del mes de diciembre.
La antigua casa grande de Froxán es la única oferta de alojamiento de esta aldea del Caurel y da acogida tanto a los visitantes que buscan las peculiares fiestas de la zona como los que quieren tranquilidad total.
Susana explicó que las habitaciones tenían antes televisión pero tuvieron que quitarlas porque nadie la quería "y nuestros visitantes valoran muchísimo el hecho de que para poder hablar por teléfono móvil tengan que salir de la casa, andar unos metros y subirse a una piedra que está a la entrada del pueblo para conseguir cobertura".
La casa rural se reparte entre diez habitaciones y la vivienda habitual del matrimonio propietario y su hijo, aprovechando las antiguas estancias y un secadero de castañas y dejando tal cual un gran patio interior en el que, según Paz, la repostera de la casa, se entablan los lazos de amistad que hacen que el 90 por ciento de los nuevos visitantes repitan el viaje hasta Froxán.
También contribuye a ello los desayunos con magadalenas y filloas caseras y las cenas que suelen rematar en largas tertulias sobre la pesca del día o sobre los sueños de vida rural de casi todos.
CÓMO LLEGAR
Los que tengan que pasar por la ciudad de Lugo deben dirigirsea Pedrafita do Cebreiro por la autopista A-6 y una vez allí, tomar el desvío hacia Hospital do Camiño donde la carretera provincial LU-561 conduce a Seoane y Folgoso do Courel y salirse de ella para tomar la pequeña carretera local hasta Froxán.
Desde otros lugares como Ponferrada, Ourense, Vigo o Monforte, el punto de referencia es Quiroga, en la orilla derecha del río Sil, en la carretera nacional 120 y desde el centro de esta villa, se llega a Folgoso do Courel por el vial provincial LU-561 y luego, la misma carretera local entre Folgoso y Froxán.
QUÉ VISITAR, ENTRE OTROS
-La propia aldea de Froxán es un museo viviente que aún conserva la reliquia etnográfica de las aldeas gallegas de montaña y muchas de sus formas de arquitectura y vida tradicional y estos elementos fueron los considerados para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) hace dos años. Los vecinos nos explicarán donde ver "alvarizas" (recintos circulares de piedra levantados para proteger las colmenas del ataque de fieras), "trobos" o colmenas instaladas en el interior de un tronco de alcornoque y otras peculiaridades lingüísticas y etnográficas.
- Muy cerca, se puede visitar la segunda aldea BIC del Caurel que es Seceda.
-Varias rutas marcadas perfectamente con mapas en sus entradas como la que comienza en Vilamor o la que sale justo al lado de la Casa da Aira en Froxán, todas ellas miradores únicos del patrimonio natural de la zona que incluye uno de los hayedales más importantes de Europa, una cascada de agua ferruginosa o túneles arbolados.
-Los pescadores de toda Galicia aprecian el sabor único de las truchas que aún abundan en los ríos Soldón, Visuña, Lóuzara y Soldón.
-patrimonio geológico como el "pliegue inclinado" del Caurel, visible desde un mirador sobre el pueblo de Campodola (entre Quiroga y el alto do Boi) y que es un Punto de Interés Geológico Internacional desde 1983 por su gran tamaño y su antigüedad de más de 300 millones de años.
-patrimonio histórico como restos del castro de Vilar y minas romanas para la obtención de oro como las de A Toca y Torubio, en las que se utilizó el mismo método de "ruina montium" que en el paraje leonés de Las Médulas.
