Valdeorras da refugio y reanima uvas en peligro de extinción

Los premios y reconocimientos obtenidos por vinos Valdeorras en los últimos años animan a los bodegueros a seguir el camino de la diferenciación y para ello cuentan con un gran patrimonio de biodiversidad que estuvo a punto de desaparecer, según explicó a GG el enólogo del Consejo Regulador de la denominación de origen (D.O.) Valdeorras, Jorge Mazaira.

Los vinos nmás conocidos de la comarca tienen como base uvas blancas de "godello" o tintas "mencía" mientras que las variedades menos comerciales y con una producción muy dependiente del tipo de terreno y de su exposición al sol, fueron desapareciendo de los viñedos valdeorreses "sin embargo son los más buscados hoy porque contienen la máxima expresión de aromas y sabores", agregó Mazaira.

Entre las variedades de uva que ya están recibiendo cuidados intensivos tras un período de peligro de extinción, están las tintas autóctonas de Galicia "sousón" y "brancellao".

Mil botellas sólo de "brancellao", únicas en el mundo

Joaquín Sánchez "Alán" conoce la variedad "brancellao" porque es de A Rúa, en la comarca de Valdeorras y allí heredó y compró viñedos en los que quedaban plantas aisladas de este tipo de uva, gracias a la sensibilidad que mantuvo su padre, propietario de un vivero, pues siempre tuvo a la venta injertos de "brancellao".

"Mi padre apenas vendió esos injertos pero siempre se preocupó de recuperarlos de las viñas en las que iban apareciendo tras ser eliminada por una peste de oidio en 1850", agregó.

El poco "brancellao" que sobrevivió al hongo "oidium" no resistió el posterior ataque del insecto "filoxera" -en la misma década- y los viticultores abandonaron sus cuidados.

Desde el año 2007, una finca de 7000 metros llamada "A Costiña" de la familia Alán, da refugio a las únicas uvas tintas "brancellao" del mundo que tienen una marca de vino propia, con el nombre de esa ladera que les da el suelo y la insolación adecuados a su maduración tardía.

"Antes de conseguir la primera cosecha buena en 2007, que comerializamos en 2009, probé a cuidar 50 cepas de 25 años que tenemos en el valle del río Sil pero el resultado fue malo y pasamos a ocuparnos del viñedo que tenemos en la ladera de A Rúa, donde en tres años descubrimos que podíamos obtener un vino aromático único", prosiguió.

La peculiaridad del "brancellao" o "albarello", según Alán, está en la mayor acidez tartárica -frente a la málica- que favorece la conservación de los vinos y la mayor permanencia de aromas cítricos, más agradables que los emanados del málico.

Otras 2000 botellas para el exclusivo tinto "sousón"

En la edición número 13 de la Feira do Viño de Valdeorras, que se celebra el fin de semana del 14 de agosto de 2010, se pueden encontrar también las primeras botellas del primer vino monovarietal "sousón" de la comarca.

La copropietaria de la bodega Santa Marta, María Jesús Álvarez Rodríguez, explicó a GG que la variedad tinta "sousón" es más propia de las comarcas del Ribeiro y Ribeira Sacra "pero en Valdeorras la tenemos para complementar al mencía desde hace algunos años".

La primera producción fue en 2009 de 2000 botellas con el nombre de "Viñaredo" pero se irá ampliando a medida que entren en producción las nuevas plantaciones de la bodega.

También puede encontrarse vino monovarietal "sousón" en Rías Baixas, concretamente en el municipio de Rubiós (Pontevedra), donde la elaboración tradicional no es la del blanco "albariño" sino de vinos tintos.

Valdeorras también saca lo mejor de la "garnacha tintorera"

Otra de las variedades recuperadas o mejoradas en Valdeorras es la levantina "garnacha tintorera", condenada a la desaparición en Galicia pues no ofrece cualidades diferenciales y se explota en toda la península ibérica.

Joaquín Sánchez "Alán" decidió sacarle partido y en 2008 comenzó a vendimiarla "sobremadurada", es decir, más tarde de lo habitualmente recomendable, y la sometió a un proceso normal de elaboración vitícola.

La variación está en los dos años que el vino permanece en depósito y luego 6 meses en botella, antes de salir al mercado con el nombre de "Escada".

El bodeguero destina a este vino un grupo de cepas centenarias de "garnacha" cuya producción es de 3000 botellas anuales pues el rendimiento es de 4 racimos (aproximadamente 800 gramos) por cada cepa, en un suelo pedregoso y empobrecido que sólo da racimos de tamaño reducido.

Precisamente los racimos pequeños reciben en Valdeorras el nombre de "escada" como el vino de Alán, que ya comenzó a recibir premios como el primero de la décima cata de vinos tintos gallegos en Llodio (Álava), celebrada el pasado mes de junio en el marco del "Dái de GAlicia" de Euskadi.

Feria sin inauguración como luto por brigadistas fallecidos

La XIII Feira do Viño Valdeorras abrió sus puertas en la mañana del día 14 de agosto sin la presencia prevista de representantes de la Xunta de Galicia y de la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino Elena Espìnosa, que sí estuvo en una recepción previa pero no acudió a la apertura oficial.

Este recorte de la inauguración oficial, según fuentes consultadas por GG, se decidió como pésame por el fallecimiento de dos brigadistas antiincendios en Fornelos de Montes (Pontevedra) ocurrido poco más de 24 horas antes.

Los visitantes podrán degustar, también el día 15, vinos de 22 bodegas de la D.O. Valdeorras cuyos expositores están en la orilla del río Sil, en el lugar conocido como "O Aguillón", donde estarán acompañados por una carpa en la que se puede comer "pulpo á feira".

También habrá cursos gratuitos de cata de vinos impartidos por el enólogo del Consejo Regulador de la D.O. Jorge Mazaira que, entre otros, dará a degustar el primer vino gallego obtenido de barrica de "carballo" -en lugar de los habituales robles americano o francés-.

Este vino es el primer resultado de un proyecto experimental iniciado por las universidades de Santiago de compostela y Castilla-La Mancha con la bodega "Algueira" de la Ribeira Sacra y el consejo regulador de Valdeorras para estudiar la viabilidad del roble gallego para elaborar barricas.

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