Opinión

Concejalía de julio y agosto

Con el reinicio de la vida aletargada tras el verano, ese ciclo eterno entre el arranque de curso escolar y el fin de las vacaciones para los adultos, toca hacer una revisión pertinente de daños, éxitos y desperfectos como consecuencia de esos meses traslúcidos a medio camino entre oasis y desierto. Es decir, ¿quién ha ganado en esta temporada estival?
'Parks and recreation'
photo_camera 'Parks and recreation'

En un tiempo en el que parece resurgir ese mito de canción del verano, el himno emocional de la intrascendencia, también se hunde lo que fue conocido durante años como la serie del verano. Esa ficción que se convertía en el rumor de las terrazas y el centro de la conversación. "Lo viste, no te puedo contar nada, a ver qué pasa ahora…".

En agosto llegaron los dragones y los elfos, pero creo que la ganadora de este año a ficción del verano es la de una funcionaria pública del departamento de parques del ayuntamiento de Pauwnee llamada Leslie Knope, protagonista de Parks and recreation (HBO Max). Esta serie cómica, que no tiene nada de nueva porque finalizó en 2015, es uno de los grandes estandartes del humor yankee de este siglo y, sin embargo, no ha estado disponible en plataformas hasta hace unas semanas.

Parks and recreation
'Parks and recreation'

Poco haría pensar a sus creadores allá por 2009 que sus guiones sobre una aspirante a política local con mucho entusiasmo y la reivindicación mediante la broma de las pequeñas localidades donde no ocurre nada, o que cuando ocurre es negativo, llegarían a ser un fiel reflejo de lo que vivimos actualmente. Frente a la desilusión con nuestro sistema real, es recomendable ver a Leslie Knope y comprender la verdadera diferencia entre servir y suplir.

También en esta sitcom hay un ejercicio de observación de los comportamientos humanos colectivos. En el entorno de la protagonista aflora una gama de funcionarios públicos que nos remite a los patrones sociales que conocemos y parecen ser de tipo internacional. Los incapacitados para su cargo, los asertivos que realizan su trabajo sin exceso ni defecto, los parásitos, los antisistema dentro del sistema, los infravalorados que no pueden crecer en el organigrama, los motivados pese a las trabas. La fauna y flora de lo público.

'Parks and recreation' no esconde, pese a lo positivo, el maltrato mecánico a la sociedad civil por parte de los empleados públicos o, mejor dicho, por el propio sistema

La reflexión sobre el funcionamiento de los organismos de todos y para todos se sirve al espectador como se haría con una receta. El conjunto de los ingredientes, con sus sabores y peculiaridades, deben mezclarse y añadirse en su justa medida para que nada destaque, nada resulte predominante y, sin embargo, el resultado sea satisfactorio. Algo que se antoja difícil de aplicar o entender en lo meramente burocrático y de papeleo, pero que fundamenta las ideas, proyectos o procederes de la administración.

Parks and recreation no esconde, pese a lo positivo, el maltrato mecánico a la sociedad civil por parte de los empleados públicos o, mejor dicho, por el propio sistema. En múltiples ocasiones aparece en escena gente sin nombre o una línea de texto que quiere hacer una gestión, una pregunta o que le ayuden. Pero nunca obtiene nada, como mucho un Vuelva usted en otro momento que ya provoca risa desde el desgaste, desde la empatía.

En otros momentos el espejo se torna hacia nosotros, hacia la ciudadanía que utiliza al sistema, y el reflejo es la carencia de cultura de lo público, de la avaricia hacia el uso y la atención de los recursos. Una deformación del ciudadano responsable. Y en ese absurdo, en esos argumentos poco más constructivos que un balbuceo y lamento de quien solo está frustrado, se cierra el círculo de silencio entre institución y persona.

La existencia de un personaje como Leslie Knope abre una vía posible para exigir en nuestra realidad figuras políticas como la suya, humanas y entregadas que entiendan la verdadera naturaleza de lo público. Sería atrevido decir que es la inspiración de nombres que conocemos, pero el parecido –sin los tropiezos, malentendidos y situaciones surrealistas– es significativo. Si en la abogacía se aspira a ser como Atticus Finch o en lo detectivesco se sigue la escuela de Hercule Poirot, en la política debe mirarse hacia Leslie Knope por el bien de todos.

Ante la tentación del individualismo radical y dominante en Estados Unidos, encarnado por el personaje de Ron Swanson, y la poderosa figura de los hombres grises con una tijera económica casi extraídos de Momo resiste la idea de la unión, de la familia social y ciudadana.

Más allá de la carcajada cómplice ante la maldad o bondad de una escena en Parks and recreation, lo que queda es la sensación de que otro modelo de sociedad es posible y que en los lugares donde pasa nada, donde se gobierna a los que no existen para los importantes, solo queda el espíritu de quien lidera y el ánimo del rebaño.

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