Detienen a varios Boixos Nois relacionados con mafias gallegas

El equipo Contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil de Pontevedra cerró así la tercera fase de la operación Azúcar Amargo ►El Instituto Armado vincula a los arrestados con la extracción de diez toneladas de cocaína del Puerto de Barcelona ►El primer juicio por los hechos fue aplazado este miércoles en Pontevedra

Dos de los detenidos en Barcelona en la tercera fase de la operación Azúcar Amargo. ECO / GALICIA
photo_camera Dos de los detenidos en Barcelona en la tercera fase de la operación Azúcar Amargo. ECO / GALICIA

La operación Azúcar Amargo, cuya primera fase iba a ser juzgada ayer en la Audiencia Provincial de Pontevedra, se completó ayer con el arresto de 14 presuntos narcotraficantes afincados en el área metropolitana de Barcelona, acusados de conformar una red dedicada a la extracción de cocaína de la dársena de la Ciudad Condal para entregársela a sus socios, entre los que destacaban súbditos albaneses afincados en las Rías Baixas.

Tirando del hilo
El arresto de un albanés afincado en Pontevedra llevó a la UCO hasta Barcelona, donde cayó el resto de la organización

Entre los arrestados en este último despliegue policial, bautizado operación Pórtico y que incluyó la aprehensión de cerca de medio millón de euros en efectivo, se encuentran varios miembros del grupo Casuals, la facción más radical de los Boixos Nois, formación de extrema derecha relacionada con el Fútbol Club Barcelona. Fuentes de la investigación, desarrollada de principio a fin por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra, explicaron que pudieron llegar hasta estos individuos a partir de la detención inicial de Afrim Haxhijahja, un narcotraficante albanés afincado en Pontevedra, donde contaba con un puesto de trabajo lícito residiendo bajo un nombre falso. Ilirjan Isaj (así se hacía llamar en la Boa Vila) acudió ayer a la sala segunda de la Audiencia para ser juzgado por la primera fase del operativo, cuando, curiosamente, se conocía el desenlace final del trabajo desarrollado por los agentes dependientes de la Unidad Central Operativa (UCO) con base en Pontevedra.

Dinero operación azúcar amargoLas investigaciones se iniciaron alrededor de la figura del citado albanés y del pontevedrés Javier Mosteiro, cuya incomparecencia (al parecer, sufrió recientemente un accidente de tráfico) provocó el aplazamiento de la vista oral, que se celebrará a principios de junio. Ambos fueron seguidos hasta Valencia, donde trataban con Esmerald Laçi, otro ciudadano albanés que representaba a la organización de Europa del Este en España.

Tras las detenciones, que se produjeron en diciembre de 2015 y que incluyeron la caída de las ramificaciones de la organización en O Salnés, Ferrolterra y Oporto, los miembros del ECO Galicia siguieron la pista de un ciudadano búlgaro que actuaba de conductor, realizando las labores de transporte de heroína entre el Levante español y Pontevedra, desde donde se distribuían las sustancias para el Noroeste Peninsular y el Norte de Portugal.

Gran poder económico
Los agentes se incautaron de 470.00 euros en efectivo fruto de la intensa actividad delictiva

Fruto de esos seguimientos, la Guardia Civil logró llegar hasta la cúspide de la organización albanesa, entre cuyos líderes estaba otro individuo con relación directa con Galicia: Artur Qato, un presunto narcotraficante que, además de por este asunto, deberá responder en la Audiencia por suministrar caballo a personas afincadas en la comarca de O Salnés.

En esta segunda fase (llamada operación Cromañón), desarrollada durante el verano de 2016 con el apoyo de agentes albaneses y Europol, los agentes de la Comandancia pontevedresa aprehendieron 38 kilos de heroína y 50 más de productos químicos para su corte, logrando la detención de siete individuos de nacionalidades búlgara y albanesa dedicados a la exportación de caballo desde Turquía y Los Balcanes para su posterior distribución en España, con Barcelona y Pontevedra como enclaves de referencia. Los arrestos tuvieron lugar en Barcelona, Gavá, Rubí y Castelldefels.

En el marco del operativo, igual que había ocurrido en el que se desarrolló en Galicia y Portugal, también fue hallada cocaína, en concreto ocho kilos. Ello hizo que los investigadores del ECO sospechasen que el grupo investigado contaba con alguna ramificación que le permitía hacer acopio de polvo blanco. Desde octubre de 2017, una dotación de la Comandancia de Pontevedra se desplazó a Barcelona para continuar con las investigaciones, que solo podían llevar a un lugar: el Puerto. En Cataluña, a diferencia de Galicia, esa es la única vía de entrada de cocaína en cantidades relevantes, por lo que las pesquisas se centraron sobre las actividades en la dársena.

Fruto de meses de trabajo, los agentes lograron detectar la presencia de al menos 14 personas, todas ellas catalanas, cuya misión era extraer grandes cantidades de cocaína (se les atribuyen diez toneladas) del puerto de Barcelona para entregárselas a sus socios colombianos, por una parte, y albaneses y búlgaros, por otra, los auténticos dueños de la mercancía. Ese negocio les hacía amasar grandes cantidades de dinero, como quedó reflejado con las aprehensiones realizadas por la UCO.

El presunto líder de la organización, M.M.R, procedente de una familia humilde dedicada a la venta ambulante, consiguió una gran fortuna, oculta en propiedades inmobiliarias repartidas entre testaferros y familiares bajo un complejo entramado empresarial utilizado para blanquear millones de euros procedentes del narcotráfico.

El Instituto Armado intervino más de 25 millones de euros en propiedades, correspondientes a 44 bienes inmobiliarios, plazas de garaje, dos aparcamientos en el centro de Barcelona y un hotel en Pineda de Mar, así como al bloqueo de 128 cuentas bancarias.

Uno de sus presuntos lugartenientes, A.T.A., también es uno de los cabecillas del grupo ultra denominado "Casuals", la facción más radical de la peña barcelonista Boixos Nois, ya relacionado con el encargo de propinar una paliza a un expresidente del FC Barcelona a cambio de 30.000 euros, según la Guardia Civil.

Esta persona supuestamente era la encargada de ejercer violencia si era necesario en cualquiera de las actividades ilícitas de la organización, con vinculaciones con grupos de origen ruso, expertos en ajustes de cuentas como medio coercitivo para cobrar servicios pendientes de pago por sus negocios, según informa el cuerpo policial.

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