Los incendios declarados en viviendas se cobraron trece vidas en Galicia el año pasado, cuatro de ellas en la provincia de Lugo, otras tantas en la de Ourense y las cinco restantes en la de A Coruña. Son los datos publicados este viernes en el informe anual que elaboran la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos. Suponen el máximo desde 2010, el primer curso sobre el que ambas entidades presentaron este balance.
El estudio, con todo, eleva a quince el total de víctimas en la comunidad en incidentes relacionados con el fuego, ya que, aparte de las tres muertes ocurridas en edificios vecinales y las diez en viviendas unifamiliares, añade un suceso mortal registrado en un almacén en la provincia de Pontevedra y el caso de Jorge Corbacho, el joven bombero en prácticas que pereció en agosto en Santiago siendo parte de un operativo que trataba de apagar las llamas de un autobús urbano.
Desde 2010 son 145 los fallecidos, 28 de ellos en Lugo, que solo en 2014 y 2018 no tuvo muertos.
Centrándose en los incendios domésticos, el salón fue el principal punto de origen de los sucesos con víctimas, con siete casos y a mucha distancia de cocina –dos– y dormitorios –dos–. Los meses más trágicos fueron abril –con tres muertes– y octubre, noviembre y diciembre –con un par cada uno de ellos–. Destacan las franjas horarias comprendidas entre las 16.00 a 20.00 horas –con cuatro decesos– y entre la medianoche y las 04.00 horas –con tres–. Nueve de estas trece víctimas habían cumplido los 60 años y cinco, los 80.
Es el mayor número de víctimas anotado desde al menos 2010. El total de fallecidos en incidentes ligados al fuego se eleva a quince
Y estas trece muertes hacen que Galicia tenga un índice de 4,83 víctimas por millón de habitantes, la séptima tasa más alta del país. Extremadura, con 9,48, es la autonomía más afectada, seguida por La Rioja (9,38) y Navarra (6,02). Aunque, en términos absolutos, Andalucía encabeza un año más
la tabla de fallecidos, con 33.
En 2022 se registraron en España 176 fallecidos por incendio y explosión en viviendas, si bien el total, incluyendo otros tipos de instalaciones y escenarios, se eleva hasta los 235. Ambas son las cifras más altas desde 2010.
Mayores vulnerables
El estudio concluye que la intoxicación por gases "vuelve a ser el origen de dos de cada tres fallecimientos". Los incendios relacionados con "dispositivos e instalaciones eléctricas" siguen siendo los "principales", por lo que pide generar conciencia sobre que cuestiones como los "descuidos en la cocina, escaso mantenimiento de las instalaciones, sobrecarga de regletas, adquisición de dispositivos no certificados, manipulación de los mismos, etcétera", pueden estar detrás "de muchos de estos siniestros".
Y en coincidencia con los datos gallegos, alerta de que los mayores son el grupo "más vulnerable" ante estos sucesos. "Capacidades limitadas, soledad y envejecimiento de las instalaciones de sus propios hogares" son elementos "fundamentales" para explicarlo.
