Cómo comprar productos online sin ser residente en España

Nos hemos acostumbrado a tener conversaciones con gente que está en otros países, incluso jugamos partidas con contrincantes que están en otros continentes; la tecnología y el mercado global han derribado “ciertas fronteras”. ¿Es así también con el comercio online

Comprar en internet es algo muy habitual hoy día; para muchos es incluso rutinario. Desde hacer la compra diaria hasta la reserva de las vacaciones, todo se puede hacer online. Entramos en la web, elegimos los artículos, los pagamos y en unos días los tenemos en casa. Gracias a los cupones AliExpress, por ejemplo, podrás ahorrar en tu compra e incluso en el envío, aunque los productos lleguen de China. Parece sencillo, pero no siempre es así, y ahí viene el cuento.

¿Qué pasa cuando hacemos la compra en una web si residimos en otro país? Imaginemos que nos encontramos, por ejemplo, en Estados Unidos, y queremos comprar productos españoles cuando nos invade la nostalgia. ¿Cómo conseguir recibir nuestro envío? ¿Da igual dónde te encuentres a la hora de comprar online? Pues depende. Si el envío se hace dentro de la Unión Europea, no hay problema, no deberás pagar aduanas, pero si la tienda está fuera de la UE nos puede salir muy caro, dado que hay aranceles que pagar.

A continuación te explicamos algunas estrategias para conseguir que nos llegue un pedido desde otro país y que siga siendo una compra rentable:

  1. Conocer bien las condiciones y gastos de envío
    En muchas ocasiones, no solo los costes de envío pueden ser un obstáculo para nuestra compra, sino también el tiempo. Si no te importa esperar semanas para recibir un pedido, puede que no tengas que pagar demasiado, pero si no dispones de ese tiempo, hacer que te llegue un paquete puede suponer un gasto extra considerable. Hay empresas que ante el aumento del comercio transnacional han ampliado su logística y disponen incluso de almacenes en otros países. Por eso pueden ofrecer el envío gratuito en algunos productos o presentar promociones que hagan que nuestra compra nos salga a cuenta.
  2. Utilizar un intermediario
    No hay nada como tener amigos. Puedes hacer el pedido y que le llegue a alguien que conoces y que luego te lo envíe. Si te quiere mucho, te lo enviará sin recargo. O quizá os veáis pronto, o incluso podéis intercambiar la misma estrategia y quedar empatados. En cualquier caso, independientemente del acuerdo o solución que encontréis, es una opción. Hay empresas de mensajería que hacen envíos muy rentables. Merece la pena echarle un ojo.
  3. Reservar la entrega con un servicio de reenvío de paquete
    Es un servicio que está creciendo al tiempo que crece el e-commerce. ¿Cómo funciona? Haces la compra online y en los datos de envío das la dirección de una empresa de reenvío de paquetes. A estas empresas le debes describir el contenido del pedido e indicar el destino final del envío (es decir, tu casa, o un almacén o punto de recogida al que puedas acercarte).
  4. Contactar con viajeros
    Es una solución un poco más exótica. Hay plataformas que conectan viajeros con compradores. Por ejemplo, vives en Estados Unidos, como habíamos dicho antes, y quieres que te traigan, por ejemplo, un buen vino español. A través de una de estas plataformas, te enteras que alguien cerca de ti va a viajar a España. Os ponéis de acuerdo para que recoja el pedido y te lo entregue a su regreso. No te saldrá gratis, pero te saldrá más rentable que el pago de aduanas y, de paso, conocerás a alguien nuevo.

Nuestro consejo es que compruebes el coste y el tiempo de envío antes de pagar ninguna compra y que leas bien las condiciones de venta, para que no te den gato por liebre. Ya has visto que hay ingenio y opciones para recibir un paquete, incluso si llega de los sitios más recónditos. Quien no encuentra soluciones es porque no las busca, porque buscándolas descubrirás más alternativas de las que imaginabas.

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