Galicia arrancó la semana como dejó la anterior: tiritando de frío aunque sin tener que preocuparse por protegerse de la lluvia. Este lunes, los termómetros bajaron hasta los -9,3º en el municipio ourensano de Calvos de Randín y hasta los 8,9º en Verín.
En el interior de la provincia de Lugo, según los datos de MeteoGalicia, también se apoderó el frío de lugares como Ribas de Sil (-5,6º), Bóveda (-5º), Rozas (-4,9º), Sarria (-4,6º) o Vilalba (-4), frente a los más agradables -1,5 de Lugo capital o los cálidos 4,9º de Burela o 4,4º del Alto do Poio, en Pedrafita.
En el resto de Galicia también se dieron temperaturas gélidas en zonas del interior de A Coruña (Ordes, -5,1º) y de Pontevedra (Lalín, -4,8º). En la estación de Campolongo, en Pontevedra capital, se llegó a los -0.3 grados. En otros puntos de las Rías Baixas, como por ejemplo Vilanova de Arousa, con 5º, el frío polar no hizo acto de presencia.
Las altas presiones situadas al norte de la península Ibérica continuarán dejando un tiempo seco y estable, con presencia de nubes altas que no impedirán el paso del sol. Además, el interior Galicia amanecerá con bancos de niebla que se irán disipando con el paso de la horas. El viento soplará flojo de componente oeste, con algo más de intensidad en el tercio norte.
No se esperan grandes cambios ni la llegada de la lluvia al menos hasta el próximo fin de semana.
