Cada nueva generación busca nuevos ídolos a los que adorar e imitar. Este fenómeno viene repitiéndose desde el principio de los tiempos, y es que buscar alguien al que idolatrar es algo innato en el ser humano. Las personas necesitan mejorar constantemente y para llegar a ese objetivo les ayudará tener un modelo a seguir que encarne lo que ellas consideran como perfección. Estas figuras representan, al fin y al cabo, aquello que aspiramos ser.
Estos modelos pueden ser miembros de la comunidad, un profesor o un familiar, pero normalmente suelen ser personas que se han hecho famosas por su profesión. Hablamos, pues, de cantantes, actores, deportistas, políticos y, más recientemente, influencers. Jesucristo ha sido y sigue siendo un ejemplo dentro del cristianismo. Los Beatles y Elvis Presley revolucionaron la industria de la música e inventaron el fenómeno fan. Y Michael Jordan le dio un ídolo a la comunidad afroamericana.
¿Pero cuáles son los ídolos de hoy en día? Lo descubrimos en este artículo.
Las estrellas de la canción
La música mueve masas y despierta en quien la escucha todo tipo de emociones: alegría, tristeza, nostalgia, excitación... Además, ahora más que nunca existe una gran variedad de estilos, lo que hace relativamente fácil poder sentirse identificado con al menos uno. En los últimos años, han triunfado mucho las boy bands como los británicos One Direction o los coreanos BTS, aunque lo cierto es que este tipo de formaciones siempre han tenido mucho éxito entre el público femenino.
Siempre han gustado mucho, además, estrellas del pop como Taylor Swift, Ariana Grande o, hace algunos años, Britney Spears. Pero en una era como la actual ya no es suficiente con cantar y bailar bien, algo que hasta ahora le ha ido muy bien a Beyoncé, sino que la audiencia también pide que los cantantes compartan su opinión en temas de actualidad y demuestren su concienciación en temas tan dispares como la crisis de refugiados, Donald Trump o el reciclaje.
Los ases del fútbol
La población masculina tradicionalmente ha encontrado sus ídolos en el mundo del deporte y, en especial, del fútbol. Generaciones y generaciones de niños han respondido ‘futbolista’ a la pregunta de qué quieren ser de mayores. Aficionados a ver los partidos de su club favorito y siendo conscientes de lo difícil que es llegar al estrellato, jóvenes y mayores han admirado desde siempre tanto el camino que los futbolistas han seguido para llegar hasta aquí como sus habilidades en el campo.
A día de hoy, Leo Messi y Cristiano Ronaldo no son solo los dos mejores jugadores del momento, sino también los que más admiradores tienen alrededor del mundo. El portugués, por ejemplo, cuenta con 140 millones de seguidores en Instagram. El capitán del Fútbol Club Barcelona, por su parte, es el que más camisetas vende con su nombre. Les siguen otros como Philippe Coutinho, Neymar, el “Kun” Agüero, Alexis Sánchez o Wayne Rooney.
Los influencers y YouTubers
Entre las novedades que ha traído la revolución digital de los años 2010, destaca una que ha ensalzado las figuras de personajes que han saltado a la fama por su capacidad de influenciar en los gustos de un público muy determinado. Son los llamados influencers, que principalmente utilizan Instagram para ganar dinero. Son ejemplo de ello la española Dulceida o la italiana Chiara Ferragni, a quienes las casas de moda les pagan para promocionar sus productos.
De forma similar, YouTube es una plataforma que debe parte de su éxito actual a los usuarios que mantienen un canal que recibe centenares de miles de visitas por vídeo. El Rubius, Fernanfloo y Germán Garmendia son algunos de los vloguers en español más conocidos. A nivel internacional, destacan la británica Zoella o el polémico Logan Paul. Ver el éxito que gente corriente ha conseguido en Internet, por otro lado, hace que los millennials sueñen ahora con estas salidas profesionales.
Los jugadores de póquer
Sorprendentemente, hay otro tipo de jugadores más allá de los deportistas que en la actualidad cada vez se están ganando más admiradores: los jugadores de póquer. Son muchos los aficionados a este juego de naipes, pero poder llegar a dedicarse a ello de forma profesional no es nada fácil. Hay que ser bien consciente de que nada va a ser pan comido, se presentarán muchos retos que no siempre serán fáciles de superar y hará falta mucha práctica.
Es cierto que los juegos de apuestas y los casinos reciben muchas críticas, pero son indudables las habilidades tan admirables que todo jugador de póquer debe desarrollar. Para poder ganar una partida, hay que ser ágil, paciente, capaz de pensar en una estrategia y de cambiarla al instante y según las cartas que se intuye que los otros participantes puedan tener. No es de extrañar, pues, que los jugadores sean ejemplos a seguir.
