Tropezones de ciencia y tradición en la mermelada

Antía y Mariña Pose y Yolanda García
photo_camera Antía y Mariña Pose y Yolanda García

 La investigadora Yolanda García y las hermanas Antía y Mariña Pose llevan años en la universidad de Santiago con diferentes proyectos como el de Antía sobre nuevas tecnologías en el grupo de Carlos Ferrás, o la tesis doctoral de Mariña sobre género y nuevas tecnologías o la de Yolanda sore turismo y sociedad de la información.

"Granxa Familiar" nace en la universidad

Cada una de ellas tiene una experiencia de al menos 9 años en investigaciones también relacionadas, de un modo u otro, con el medio rural gallego pues hicieron estudios socioeconómicos sobre cooperativismo lácteo que le llevaron a indagar y conocer la realidad de las producciones familiares, su nivel de autoconsumo  y las posibilidades de venta de los excedentes.

En un acto de presentación pública del colectivo, desarrollado en la facultad de Historia de Santiago, el diretor de "granxafamiliar.com" Carlos Ferrás Sexto, explicó a medio centenar de asistentes que estudios económicos de hace cinco años descubrieron la existencia de unas rentas familiares que podrían llegar a los 16.000 euros por persona en productos destinados al autoconsumo pero disponibles también para entrar en el mercado.

"Tenemos ahí una gran oportunidad económica con nido de mercado propio pues a pesar de estar desatendido, sigue existiendo por canales informales", agregó.

Minifundio para autoconsumo es patrimonio cultural gallego


Ferrás comparó el sistema de producción familiar gallego, aún en vigor, con el irlandés, prácticamente desaparecido hace años en favor de producciones industriales a base de introducir en la alimentación del ganado, productos más rentables pero con repercusiones en la salud humana y del medio ambiente.

"En Irlanda se destrozó el sistema de policultivos pero el gran revés de las vacas locas les llevó a replantearse de nuevo el sistema tradicional y esto en Galicia va por delante, pues mantenemos un patrimonio de pequeñas producciones familiares que son una gran oportunidad para obtener rentas en el rural",explicó.

En ese sentido, "Granxa Familiar" nació como un sistema de gestión de información que permite comercializar productos obtenidos de la agricultura y ganadería familiar.

Funciona como tienda de internet, por tanto abierta durante 24 horas y a todo el mundo, como canal extraordinario de comunicación entre el mundo rural y el urbano y como oportunidad para que los jóvenes del rural que no quieren saber nada de las explotaciones familiares, las vean como posibilidad económica digna frente a trabajos de mileuristas asalariados fuera de su ámbito.

Productos de aldeas gallegas a ciudades de toda España

Tras unos comienzos de continua investigación, según Ferrás, se consiguieron acuerdos con empresas de logística que hoy hacen posible el transporte desde una aldea de Bergantiños hasta La Moraleja en Madrid, de 20 kilogramos de productos a 5,30 euros por lo que el precio final permite una "execelente" relación calidad/precio y cuenta con consumidores que valoran su extraordinaria frescura, aspecto, sabor y coste.

Con este proyecto, iniciado con experiencias piloto en Brión y Antas de Ulla ya hay familias que organizan su huerto para producir con calidad, no en cantidad, los productos de cada temporada que precisan restaurantes de su entorno o uno concreto que les es cliente, con lo que nace el concepto de "comercio de proximidad".

Esta forma de trabajo fracasó cuando se intentó establecer relación con los supermercados, pues precisan regularidad y producción de alimentos fuera de su temporada y es imposible, por ejemplo, tener tomates de calidad todo el año.

Se está creando así una conexión entre productores socios de "granxafamiliar" y consumidores responsables, con la intermediación de la universidad que además de aportar la plataforma tecnológica, se encarga ahora de hacer el seguimiento de socios y contactos.

Producción y venta pero también pedagogía

La página de venta "online" recibe en este momento 3000 visitas al mes de las que el 10 por ciento son de personas que compran algún producto.

Los listados de consumidores incluyen a personas y pequeños colectivos de toda España, Galicia y Portugal e incluso de Holanda para comprar "fabas de Lourenzá" y de Bós Aires para comprar información sobre la miel.

Además, ser socio implica participar en programas didácticos para recibir a escolares en una explotación de "granxafamiliar",donde se van grabando unidades didácticas que luego se ponen a disposición de los "granjeros" en forma de DVD para que puedan venderlos a los interesados.

Ahora la primera empresa de la marca "granxafamiliar"

La veintena de socios que ya tienen la marca registrada como "granxafamiliar" y todos los interesados en el futuro forman parte de la Asociación para el Desarrollo de la Agricultura Familiar (Adaf), entidad sin ánimo de lucro depositaria de la marca e impulsora ahora de la primera empresa del colectivo, que se dedicará a elaborar conservas con los productos de los socios y a su distribución en tiendas especializadas y restaurantes.

De investigadoras a emprendedoras y cocinillas

Antía, Mariña y Yolanda, de edades entre 23 y 43 años, se decidieron a dar el paso de ciencia a emprendimiento y poner en práctica lo que están comprobando de forma teórica desde hace varios años, con su trabajo universitario vinculado a "granxa.familiar" desde hace años.

Estamos convencidas, y así lo demostraremos, de que el rural es una gran oportunidad para los jóvenes y que el trabajo convencional, sea en la universidad o en sectores como el comercial, está cada vez más complicado por lo que hay que volver al rural y activarlo.

Para comenzar, mermeladas y salsa de tomate

En un espacio cedido por la empresa "Caurelor" de Quiroga (Lugo), las tres investigadoras-empresarias se pusieron manos a la obra después de recorrer durante más de 3 meses, países como Portugal, Irlanda o Inglaterra, catando mermeladas para averiguar cómo deben hacerse para triunfar, aunque no encontraron ninguna con frutas enteras como las que elaborarán ellas.

"Hablamos con el restaurador Iago Castrillón y le propusimos la elaboración de prototipos de mermeladas, de forma que fuesen líquidas como las de antes y no espesas y que no tuviesen frutas trituradas sino enteras y nos preparó más de 20 de cuatro frutas diferentes", explicó Antía.

De la cata final salieron seleccionadas las mermeladas que luego ellas mismas elaboraron en Quiroga, y cuentan con una producción inicial de 400 botes con los sabores de frambuesa, grosella negra, otra de frambuesa-mora-hinojo y una confitura de fresón. En todas ellas el 70 por ciento es fruta y el resto azúcar moreno (de caña).

Otros 200 botes serán de salsa de tomate elaborada por las tres emprendedoras siguiendo también una receta de Iago con sofrito de cebolla y pimiento verde y rojo, ajo, aceite, tomate, orégano, tomillo y albahaca pero sin apenas sal ni azúcar por lo que será apta para hipertensos y diabéticos.

Los planes de futuro son elaborar otras conservas vegetales y, si así lo quieren los nuevos socios, contribuir en la distribución de productores de vinos ecológicos "mencías" y "albariños" que están con la tramitación para asociarse.

También habrá un nuevo canal de distribución

La empresa creada por las investigadoras se encargará también de la distribución, no sólo de los elaborados, sino también de los productos de "granxafamiliar" y ya están preparando la salida para los "Queixos do Xurés", ecológicos y únicos de Galicia elaborados con leche cruda de cabra, y para las "Fabas de Lourenzá", con Denominación de Origen, que envasarán y distribuirán.

Los jóvenes vuelven al rural

Como constatación de que algunos jóvenes sí ven una oportunidad en el rural, igual que Yolanda García y las hermanas Pose, la jornada de puertas abiertas celebrada en Santiago contó con la presencia de personas interesadas en "granxafamiliar" como el horticultor Daniel García, de 32 años y de Lalín.

Según explicó a GG, trabajó de camarero en varios establecimientos hasta que decidió poner en producción unha hectárea familiar que ya le abastece para autoconsumo.

"Hace un mes que me dí de alta como productor y estoy instalando invernaderos por lo que quiero conocer canales de venta para mis productos", agregó.

Daniel García está cumpliendo así su "sueño" pues vivir en el campo y comer lo que producen las tierras de sus padres y antes de sus abuelos, siempre fue su principal deseo.

Conoce a otros productores familiares como él con los que tiene una relación de ayuda mutua en las labores diarias e incluso tuvo un compañero camarero que está comenzando a poner en práctica la misma idea de convertirse en productor rural para establecerse en Ortigueira.

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