
La furia y la belleza
Para ir de Topeka, Kansas, a Kansas City, hay tres rutas posibles. La más rápida no llega a una hora y la más lenta prácticamente se prolonga a tres. Tiene su lógica deducir que hace unos cuarenta y ocho años, los caminos y las opciones serían otros. Quizá sea aventurado inferir, a partir de los escasos datos de los que disponemos, que hace unos cuarenta y ocho años, Anne Boyer, nacida en Topeka, Kansas, recorrió una vía de casi tres horas hasta Kansas City, ciudad en la que se instaló, ciudad en la que vive y trabaja actualmente. Casi tres horas en las que cabe una historia fabulosa