El avance del coronavirus supone un reto para los profesionales sanitarios de todo el mundo y un motivo de alerta para toda la población. Los investigadores trabajan contrarreloj para frenar una epidemia que ha afectado ya a 40.235 personas en China —de las que 909 han fallecido— y a 319 en otros veinticuatro países. Aunque alrededor de un 80 por ciento de los casos son moderados, un 15 por ciento graves y sólo entre un 3 y un 5 por ciento son de máxima gravedad y requieren cuidados intensivos, el miedo al contagio se extiende y ha llevado a cancelar o reducir numerosos eventos internacionales, como el Mobile World Congress de Barcelona, al que muchas grandes empresas han decidido no asistir.
En este contexto, Cruz Vermella ha divulgado una serie de consejos para aminorar el riesgo de infección. En primer lugar, recomienda realizar una higiene de manos frecuente, con agua y jabón o soluciones alcohólicas (especialmente después de contacto directo con personas enfermas o su entorno) y evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.
En esa línea, sugiere mantener una distancia de un metro aproximadamente con las personas con síntomas de infección respiratoria aguda. Además, insta a cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar.
Se trata de medidas que también protegen frente a enfermedades frecuentes como la gripe.
Por otro lado, Cruz Vermella recuerda que no hay que tomar precauciones especiales con los animales en España, ni con los alimentos, para evitar esta infección. Y hace especial hincapié en que las probabilidades de estar infectado no son mayores en las personas de origen asiático, sin duda un mensaje necesario para prevenir que aumente la chinofobia que ha comenzado a propagarse con la epidemia.
