Juzgado el policía pontevedrés acusado de vender droga a prostitutas y dar soplos

Revelaba información a los regentes de los prostíbulos Chachas Locas  y Le Clé, de Poio, según la Fiscalía

Juicio contra el policía acusado de vender droga en prostíbulos de Pontevedra. SALVADOR SAS
photo_camera Juicio contra el policía acusado de vender droga en prostíbulos de Pontevedra. SALVADOR SAS

La Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio por tráfico de drogas, tenencia de armas prohibidas, atentado, revelación de información reservada contra un agente de la Policía Nacional, con vivienda en Bueu, para el que la Fiscalía pide una condena de dos años y nueve meses de cárcel. 

En el caso estaban acusadas otras 13 personas, quienes llegaron a un acuerdo sobre la pena el pasado mes de junio. Todos ellos aceptaron ser castigados con penas que no superan el año y medio de cárcel. 

El agente simultaneaba su actividad como policía con la distribución de cocaína a prostitutas

Este martes, el acusado Lucas R.P. se ha acogido a su derecho a no declarar negándose a responder incluso a las preguntas de su propio abogado. 

Tres agentes de la Guardia Civil que intervinieron en este caso relataron al tribunal cómo se desarrolló toda la investigación en la que fue fundamental la intervención de los dos teléfonos que utilizaba el acusado habitualmente y que les permitió concluir que Lucas "simultaneaba su actividad profesional como Policía Nacional con su dedicación a distribuir cocaína a pequeña escala entre los regentes de los clubes de alterne de Pontevedra y entre las prostitutas que en ellos trabajaban". 

Reveló información confidencial a los regentes del Cachas Locas y del Le Clé, ambos prostíbulos de Poio

El día de su detención el acusado había concertado un encuentro con otro de los condenados por este mismo caso en una gasolinera en Os Praceres para una operación de compraventa de droga. Al ser arrestado no opuso resistencia, al tiempo que se le intervinieron nueve kilos de hachís

Los guardias civiles también comprobaron que este policía, ahora jubilado y que en 2007 tenía 31 años de servicio, aprovechando su responsabilidad en la oficina de denuncias de la Comisaría de Pontevedra en la que estaba destinado difundió en reiteradas ocasiones entre sus amigos, los regentes de clubes de alterne como Cachas Locas y Le Clé, ambos en Poio, información confidencial y secreta que conocía por razón de su empleo. Les avisaba de las inspecciones y redadas que realizarían sus compañeros de extranjería. De esta forma, les permitía eludir cualquier control policial de la legalidad de su situación en España. 

El abogado de la defensa pidió la libre absolución para el acusado al que describió como un hombre "consumidor de cocaína" al que "le gustaba la noche", mientras enmarca su relación con los diferentes prostíbulos dentro de "su vida privada".