Los resineros están de vuelta

Una masa de entre 5.000 y 6.000 pinos permitiría vivir de la extracción de la resina, una actividad que hace unos años empezó a recuperarse en Pontevedra y en la que se fijaron concellos como O Vicedo o Mondoñedo para diversificar la actividad en el monte

 

Extracción de resina. AMA
photo_camera Extracción de resina. AMA

Hace unos años que la actividad resinera volvió a Galicia. Fue en montes de los municipios pontevedreses de Oia, Meis y Caldas de Reis, donde empezaron a trabajar los primeros resineros para más tarde alcanzar masas de pinos en Catoira o en el concello ya coruñés de Boiro. La demanda de la resina y el interés que poco a poco está despertando como una forma de poner en valor el monte están haciendo que vaya extendiéndose por otros puntos de la comunidad. En la comarca de A Mariña fueron los municipios de O Vicedo, donde ya se hizo un curso a finales de verano, y Mondoñedo, donde hoy hay unas jornadas, los que mostraron interés por esta actividad como una fórmula para diversificar la actividad forestal con nuevos usos.

"Cunha masa de entre 5.000 e 6.000 piñeiros pódese vivir só da resina", explica Francisco José Domínguez, miembro de la Asociación de Resineiros de Galicia (Arega 16), que está trabajando en pinos en la zona de Loiba, además de formar a nuevos resineros. "Aquí temos a vantaxe de que polas condicións climáticas case se pode estar resinando todo o ano, cando noutras zonas con máis tradición resineira, como Castela e León, teñen que parar ata catro meses no inverno polo frío", añade.

Normalmente un pino produce entre 2,5 y 3 kilos de resina al año, aunque esta cantidad varía en función de la especie de pino y de la zona geográfica. "No norte galego un exemplar pode chegar a producir 3 quilos, igual algo menos no primeiro ano", asegura Domínguez, que añade que los pinos van aumentando un 20% la producción en los primeros tres años y después ya la empiezan a reducir porque la madera se va haciendo vieja y ya no resina tanto. El momento en que se inicia la extracción se mide por el diámetro del árbol, que deber ser de entre 20 o 25 centímetros, aunque Domínguez apunta a que "por ser máis gordo non ten que ter máis resina".

En A Mariña, como en el resto de Galicia, la variedad de pino que más abunda es el pinus pinaster, conocido como el pino del país, que es del que más resina se extrae y el más fácil de trabajar por la corteza, sin embargo también se pueden resinar los insigne o los radiata. "Agora mesmo estamos tamén experimentando coa produción do piñeiro silvestre, que medra en altura, en Castroverde", explica Domínguez.

El resinero defiende que la resinación es compatible con la venta posterior de la madera. "Moita xente pensa que se está resinado despois o madeirista vaino despreciar, pero non é así, porque o noso traballo non afecta á rolla de madeira", asegura, aunque reconoce que lo que sí se ve afectado es el crecimiento del árbol, "aínda que a perda de crecemento aínda non está constatada, de aí que esteamos facendo estudos ao respecto". Además sostiene que esta actividad permite tener los montes limpios, ya que incluso muchas veces en lugar de pagar un 10% de la producción por el alquiler de las fincas lo que hacen son trabajos de desbroce.

Domínguez subraya que la resina tiene una alta demanda y que toda la producción que hay en Galicia ya está vendida a la empresa segoviana Resinas Naturales. "Estase vendendo a 1 euro o quilo", explica.

La resinación era una labor con tradición ya en Galicia, pero que dejó de practicarse porque el precio que alcanzó la madera dejó de hacerla beneficiosa, sin embargo, todo parece indicar que está en vías de recuperación. "No curso do Vicedo tivemos moi boa resposta e dous dos rapaces que participaron vanse quedar coa explotación da finca na que fixemos as prácticas na praia de Arealonga", aseguró.

"GALICIA TIENE MUCHO POTENCIAL". El responsable de aprovisionamiento de materias primas de la empresa segoviana Resinas Naturales, Goyo Cazurro, asegura que Galicia "tiene mucho potencial" en la resina: "Podría proveer a España del doble de la resina que ahora", asegura y explica que la demanda de esta sustancia es muy alta y que el problema radica en conseguirla porque no hay gente formada para extraerla, algo en lo que están trabajando desde la fábrica. 
 
Con respecto a la calidad, asegura que es diferente en función de la zona en la que se produzca, ya que los porcentajes de aguarrás y colofone son distintos. "Estamos estudiando estos porcentajes para su tratamiento final", dice.

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