La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a dos años y un día de cárcel a un varón de veintinueve años que fue sorprendido con 360 euros en billetes falsos.
Una sentencia del pasado 11 de mayo, a la que ha tenido acceso Efe, condena a este joven por un delito de tenencia de moneda falsa para su expedición, tras otras dos condenas que tuvo en 2008 y 2012 por conducción sin permiso y hurto.
La Policía Local de A Coruña lo sorprendió una noche de 2013 en el pasadizo del Orzán, una zona de ocio de la ciudad, con seis billetes de cincuenta euros y otros tres de veinte, todos falsificados.
Estos "simulaban ser verdaderos" y los magistrados piensan "que su poseedor pretendía utilizarlos a sabiendas de su falta de valor para efectuar pagos y obtener devoluciones parciales de dinero real".
Durante el juicio argumentó que "fue sorprendido en su buena fe por un deudor que la noche de autos le devolvió el importe de un préstamo entregándole esos billetes falsos".
Sin embargo, no fue capaz de dar "referencias fiables respecto a una transacción tan sencilla", lo que "conlleva la necesidad de inferir que se trata de una excusa poco elaborada y que el acusado era consciente de la falsedad de los billetes y procuraba su distribución".
"La posesión de varios billetes falsos en un ambiente de ocio como es la zona del Orzán en A Coruña indica el propósito de introducirlos en el tráfico, basándose en una apariencia engañosa y en la posible falta de control riguroso en negocios en los que los pagos y los servicios son frecuentes, múltiples y realizados con la premura propia de tales ambientes", continúa la sentencia.
No aceptan los jueces "que el acusado haya sido víctima de una estafa o una broma de mal gusto, toda vez que ni el contexto ni sus inverosímiles explicaciones permiten otra conclusión que la de su malicia al poseer y tratar de utilizar billetes obviamente falsos".
Por todos estos motivos lo condenan a dos años y un día de prisión y a abonar 360 euros de multa.
Las consecuencias del proceso podrían llegar a una conocida del acusado, que en el juicio confirmó el supuesto pago de una deuda por una tercera persona, aunque por su testimonio, los magistrados piensan que mintió.
Remiten el caso al Juzgado Decano de A Coruña al objeto de que "se investigue si lo manifestado por dicha testigo puede constituir algún ilícito penal".
