Acepta seis años de prisión por disparar a dos vendedores ambulantes de comida en Cabana de Bergantiños

La pelea comenzó con un "y tú, ¿que miras?" y acabó con el condenado persiguiendo a sus víctimas escopeta en mano. A uno de los agredidos le tuvieron que retirar del abdomen 50 perdigones

La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a seis años de prisión a un hombre que disparó con una escopeta a dos vendedores ambulantes en una fiesta en Cabana de Bergantiños.

La sección primera de la Audiencia tenía previsto acoger entre este martes y el jueves el proceso contra un hombre para el que la Fiscalía solicitaba diecisiete años de cárcel, aunque finalmente el acusado, el fiscal y la acusación particular han llegado a un acuerdo.

Daniel V.R. reconoció haber disparado con una escopeta a dos vendedores ambulantes de hamburguesas y ha sido condenado por dos delitos de intento de homicidio y uno de tenencia ilícita de armas a seis años de prisión.

Por el primero de los delitos estará cuatro años y dos meses en la cárcel, por el segundo un año y cuatro meses y, por el tercero, seis meses; además, tendrá que abonar 160 euros de multa tras haber abonado 43.500 euros antes del juicio con el objetivo de conseguir reparación del daño.

El fiscal reconoce tras el acuerdo, además de la atenuante de reparación del daño, la limitación de las capacidades volitivas del condenado, que padecía en agosto de 2013, cuando ocurrieron los hechos, un trastorno paranoide.

Retira de su acusación la agravante de abuso de superioridad y queda pendiente que el encausado abone los gastos que ocasionó en el Servicio Gallego de Salud, que atendió durante meses a la víctima más grave.

Todo ocurrió el 1 de agosto de aquel año, durante la fiesta de San Fins de Castro, donde el procesado discutía con una mujer y llamó la atención del regente del puesto de hamburguesas, lo que molestó al acusado que le preguntó qué miraba.

Seguidamente, el condenado propinó un puñetazo en la cara a este vendedor, que se defendió hasta que su padre y otras personas que se encontraban en el lugar consiguieron separar al procesado del agredido, que sufrió varias contusiones en la mano, la barbilla y ambos costados.

El agresor abandonó el campo de la fiesta manifestando a los allí presentes que "los iba a matar" y dos horas después regresó con una escopeta semiautomática de repetición, para la que carecía de la obligatoria licencia, cargada con cartuchos de perdigones.

Al llegar al campo de la fiesta se dirigió hacia el puesto de hamburguesas, donde encontró a padre e hijo, a los que apuntó y seguidamente disparó a corta distancia, alcanzando en pleno abdomen al progenitor, en cuyo cuerpo se encontraron más de cincuenta perdigones.

El acusado apuntó después al hijo, que empezó a correr campo a través y al que el acusado disparó al menos en otra ocasión sin alcanzarlo, por lo que resultó ileso.

Tras estos hechos, abandonó el lugar en un vehículo pero fue detenido por agentes de la Guardia Civil en Ferrol dos días después y permaneció en prisión provisional durante casi un año hasta que salió con una fianza de 10.000 euros.

Desde entonces tiene prohibido acudir a Carballo, donde residen los dos agredidos, y también tiene una orden de alejamiento de quinientos metros de ambos, que se prolongará tras la sentencia durante catorce años.

La conformidad alcanzada este miércoles implica que la sentencia es firme y, por lo tanto, no puede ser recurrida, por lo que el ingreso en prisión del condenado será inmediato.

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