El año nuevo se estrena con subidas en la luz, los peajes y la cesta de la compra
El nuevo año arranca sin prácticamente tregua para el bolsillo del consumidor. Aunque el coste de la vida ya no sube con la intensidad que lo hizo tras detonar la guerra en Ucrania, la inflación seguirá presionando las economías domésticas. Y es que enero y su cuesta llegan con encarecimientos de la luz y el gas, de diversos alimentos básicos, de las tarifas de internet o los peajes, entre otros capítulos de gasto.
En cambio, pocas 'alegrías' se esperan más allá de la bajada de las hipotecas, tanto las ya contratadas a tipo variable como las que se firmen a partir de ahora. No obstante, todas las proyecciones apuntan a que la vivienda seguirá encareciéndose en 2025, tanto para comprar como para alquilar.
Alzas en suministros básicos
Hay dos aspectos que apuntan a que el recibo de la luz será más caro. Uno de ellos es que ya no se aplicará un Iva más bajo si el precio de la electricidad supera un determinado nivel. Durante 2024, si la cotización del megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista rebasaba los 45 euros de media en un mes, al siguiente el tipo que se aplicaba era del 10%. Si no superaba ese umbral, se pagaba un 21%, una carga que ahora será permanente cueste lo que cueste el MW.
Lo notarán todos los clientes, tanto si tienen la tarifa regulada –el denominado PVPC– como si están en el mercado libre.
Por otra parte, los precios internacionales del gas llevan a pensar que el coste de la electricidad en el mercado mayorista serán algo más altos, lo que tiene una influencia directa en la factura de quienes están en el mercado regulado.
Ese efecto contagio ya se ha visto en la recta final de 2024 y el impacto en los próximos meses dependerá de la dependencia que haya de los ciclos combinados, que queman gas para producir electricidad. Por eso, cuánta más generación a partir de la eólica o la nuclear haya, mejor será para el bolsillo.
A mayores de estos aspectos, los perceptores del bono social eléctrico deben saber que el descuento que obtienen en el recibo por renta o por ser familia numerosa se modera. Para los consumidores vulnerables pasará del 57,5% al 50%, mientras para vulnerables severos bajará del 72,5% al 65%. Eso hasta finales de junio, pues después se reducirán más las rebajas: al 35 y 50%, respectivamente.
Ojo también al gas natural porque la tarifa regulada –la más habitual y económica– es desde ayer más cara. En el caso de la TUR individual, la subida para el primer trimestre es del 10% ed media sin impuestos. Por su parte, en la TUR vecinal –para bloques de pisos con caldera comunitaria–, el aumento oscila entre el 13,5 y 18,3%, en función del consumo.
Para quien use bombona de butano, su precio se volverá a actualizar el segundo martes de enero. En
noviembre subió a 16,61 euros.
Novedades al hacer la compra
Ya era sabido que el cambio de año depararía ajustes al alza en el Iva de un grupo de alimentos considerados básicos. Las frutas y verduras, el pan y las harinas, la leche y el queso o los huevos volverán a su tipo habitual del 4% tras las rebajas que se activaron para mitigar la crisis inflacionaria –estuvo en el 0% hasta septiembre y en el 2% desde octubre–.
Las pastas y los aceites de semilla pasan del 7,5 al 10%, mientras el aceite de oliva sube ahora al 4%, en el que se quedará de forma permanente tras soportar en el pasado un gravamen del 10%. Su precio sigue siendo muy elevado. Al tipo superreducido también ha decidido el Gobierno bajar la fiscalidad de los yogures.
Los peajes de las autopistas
Los conductores que vayan a circular por la AP-9, la principal arteria que vertebra Galicia, deberán encajar una nueva subida del peaje. Desde ayer cuesta un 5,34% más de media para vehículos ligeros. A modo de ejemplo, ir de A Coruña a Vigo o viceversa sale ahora por unos 20,45 euros, lo que supone en torno a un euro más. Si se realiza el trayecto completo, de Ferrol a Tui, habrá que pagar unos 26,8 euros, en torno a 1,36 euros más.
Eso sí, se incrementan las bonificaciones para lo usuarios más frecuentes de la autopista y para los transportes pesados. En el caso de los primeros –usuarios que hagan al menos 20 viajes al mes con un vehículo ligero y paguen con telepeaje–, la rebaja por recurrencia ha pasado del 20 al 50%.
Pero hay que tener en cuenta además que el viaje de vuelta sigue siendo gratis siempre que se ejecute dentro de las 24 horas que sigan a la ida, por lo que el descuento total en esos casos es del 75%. En lo que respecta al transporte pesado, la rebaja también se incrementa del 20 al 50% desde el primer viaje, independientemente del sistema de pago
y de los tramos que se recorran.
Salvo sorpresa, estas bonificaciones llegarán a lo largo del primer trimestre del año a la AP-53, la que conecta Santiago y Dozón, con lo que dejaría de ser la única autopista de España sin bonificaciones. Eso es al menos lo que pactó el Gobierno con el BNG. Mientras tanto, los usuarios deben hacer frente a la subida de los peajes en esta vía, del 3,89%.
Y en las dos autopistas de titularidad autonómica, la que enlaza A Coruña y Carballo (AG-55) y la que conecta Vigo con Baiona (AG-57), las tarifas han subido un 1,7%.
Más barato viajar a Portugal
En cambio, Portugal ha optado por eliminar peajes en algunas de sus autopistas, entre ellas la A-28 que conecta Oporto y Vigo en los tramos Esposende-Antas y Neiva-Darque, y la A-24, que comunica el interior del país luso con Ourense.
La subida del diésel, aparcada pero no muerta
Los carburantes son otro capítulo de gasto con mucho peso en las economías domésticas y de muchos negocios. En Galicia, el año arranca con la gasolina a una media de 1,536 euros y el diésel a 1,468, precios que no son bajos. Y atención porque el Gobierno no ha abandonado su intención de subir la fiscalidad del gasóleo para equipararla a la de la gasolina –salvo para los profesionales–.
Tuvo que aparcar el plan a finales de 2024 por falta de apoyos pero sigue negociando con los grupos parlamentarios para sacarla adelante. En cualquier caso, la medida podría no ser efectiva hasta el próximo año. Se trata de un compromiso que el Ejecutivo adquirió con la Comisión Europea.




